Las siete reglas para el éxito de Steve Jobs que pueden aplicarse en cualquier negocio
El mapa de ruta que los empresarios podrían seguir para desmarcarse del resto.
Cuando Steve Jobs falleció en 2011, el programa de ABC News 20/20 le pidió a Carmine Gallo que compartiera algunas de las ideas que pudo obtener al escribir tres libros sobre Apple y su fundador. Las siete reglas que ofreció siguen siendo relevantes hoy, y ayudaron a impulsar a Apple recientemente a alcanzar un valor de mercado de 1 billón de dólares.
A continuación encontrarás estas siete reglas, actualizadas con información que Gallo aprendió después de la emisión del programa.
Sigue tu pasión
«Haz lo que amas» es más que una frase que Steve Jobs pronunció en su ahora famoso discurso de graduación de Stanford. En una presentación pública junto a Bill Gates, Jobs explicó el rol que jugó la pasión para impulsar su éxito. «La gente dice que necesitas tener mucha pasión por lo que estás haciendo y es totalmente cierto», afirmó. «La razón es porque es tan difícil que si no la tienes, cualquier persona racional se daría por vencida».
Algunas personas dicen que la pasión está sobrevalorada, pero los emprendedores transformadores saben que no pueden tener éxito sin ella.
Encuentra tu noble causa
Una vez Gallo le preguntó al exdirector general de Apple, John Sculley, si la historia del «agua azucarada» era cierta o no. Lo era. En 1983, Steve Jobs estaba tratando de sacar a Sculley de PepsiCo para que trabajara con él en Apple. Sculley se reunió con Jobs una última vez para rechazar la oferta. Jobs hizo una pausa, se volvió hacia Sculley y le preguntó: «¿quieres vender agua con azúcar por el resto de tu vida o prefieres venir conmigo y cambiar el mundo?». En ese momento Sculley tomó el trabajo.
Sculley le contó a Gallo que esta experiencia le enseñó a perseguir una “noble causa”. Para Jobs, hacer que los computadores fueran accesibles a cualquier persona no era solo una estrategia comercial, sino un llamado, que siguió con un celo de misionero.
Así que no busques modelos empresariales, busca en cambio nobles causas.
Simplifícalo todo
Steve Jobs dijo alguna vez que “la simplicidad es la máxima sofisticación”. En el memorial de Jobs en el campus de Apple poco después de su muerte, el diseñador Jony Ive explicó lo que quería decir. «La forma en que abordamos el diseño es tratar de lograr lo máximo con lo mínimo. Estamos absolutamente consumidos en intentar desarrollar una solución que sea muy simple, porque como seres físicos entendemos la claridad», afirmó.
Steve Jobs se esforzó por crear simplicidad en todo, desde el diseño hasta la estrategia. Cuando regresó a Apple en 1997 después de ser despedido 12 años antes, su primera iniciativa fue recortar el número de oferta de productos en un 70%. Quería que los ingenieros de Apple se centraran en el 30% restante, o lo que llamaba «las gemas».
Tienes un límite de energía y atención para dar a tus procesos y proyectos. Simplifica todo y concéntrate en las «gemas».
Desata tu creatividad
Steve Jobs dijo una vez que el secreto de la creatividad «se reduce a tratar de exponerte a las mejores cosas que los humanos han hecho y luego intentar incorporarlas a lo que estás haciendo». En los últimos años, libros y artículos de investigación han demostrado que Jobs tenía razón, pues los emprendedores más creativos del mundo miran fuera de su campo en busca de ideas.
Por ejemplo, Jobs vagabundeaba por los pasillos de electrodomésticos para cocina para obtener ideas para la Apple II, la primera computadora fácil de usar que parecía algo que en verdad querrías en tu hogar. Jobs además estudió el Ritz-Carlton antes de abrir la primera tienda de Apple, es por eso que a los recepcionistas se les llama «conserjes». The Genius Bar, por otra parte, fue inspirado directamente por los bares de los hoteles.
La creatividad no es algo que te sucede de pronto, así que empápate de ideas que provengan desde fuera del campo en el que trabajas.
Crea experiencias “locamente geniales” para tus clientes
Uno de los libros de Gallo, The Apple Experience, abre las puertas al entendimiento del tan rentable modelo de las tiendas Apple. Gallo supo que muchas marcas lo han copiado, incluyendo a Tesla.
El ex jefe de ventas al por menor de Tesla, George Blankenship, ayudó a construir las primeras 100 tiendas Apple junto a Steve Jobs. En una tienda de Tesla en San José, California, Gallo se acercó a Blankenship y le dijo: «George, esto me recuerda a una tienda de Apple». Blankenship se inclinó, bajó la voz y dijo: «en efecto, es una tienda de Apple, solo que aquí vendemos autos en lugar de computadoras».
La clave del éxito de las tiendas de Apple es su personal. Apple contrata personalidad. Pueden enseñar a cualquier persona a vender un iPad, pero no a que esta sea amistosa. Blankenship utilizó el mismo enfoque en Tesla, contratando personas apasionadas por la marca.
Contrata personalidades y fórmalas primero en la cultura de tu empresa.
Conviértete en el contador de historias en jefe
Steve Jobs realizó presentaciones impresionantes antes de que se inventaran PowerPoint o Keynote. En el lanzamiento del primer Macintosh en 1984, no necesitó diapositivas para construir el drama. A través del uso experto de la narración de cuentos, pintó una imagen de un villano, una lucha y un héroe. Con la floritura de un mago, incluso sacó la computadora de una bolsa de lona negra puesta en una mesa en el medio de un escenario oscuro.
Jobs fue un hombre de espectáculos que convirtió lanzamientos de productos en actuaciones. Así que sigue su ejemplo y no te limites a presentar tus nuevos productos, inventa y cuenta historias.
Vende sueños, no productos
En una presentación pública en 1997 para lanzar la icónica campaña publicitaria «Think Different», Jobs dijo: «algunas personas piensan que los compradores de Mac están locos, pero en esa locura vemos genialidad».
A tu audiencia no le importa tu producto, compañía o idea. Se preocupan por sí mismos, sus esperanzas y sueños. Libera el genio interno de tus clientes y ellos se enamorarán de ti.
Gallo termina afirmando que escribir sobre Apple siempre es fascinante porque su fundador nunca dejó de serlo, y a pesar de su muerte sigue dándonos mucho qué aprender.
*Artículo basado en el original publicado por Inc.
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