Publicado el enero 22nd, 2019 | por webmaster
0Cómo adaptarnos mejor a los cambios que vendrán con la Cuarta Revolución Industrial
Para alentar a las personas a examinar el impacto de la tecnología en nuestras vidas, la artista Lauren McCarthy decidió tratar de convertirse en una versión humana de Alexa, el dispositivo inteligente para el hogar de Amazon.
McCarthy instaló una red de dispositivos inteligentes con control remoto, desde cámaras y micrófonos hasta interruptores de luz y electrodomésticos, e invitó a voluntarios a quedarse en su casa. Luego trató de anticiparse y responder a sus necesidades, como hacer un tazón de palomitas de maíz cuando supuso que tenían hambre, en lugar de simplemente responder a órdenes como lo hace Alexa.
El proyecto, llamado Get-Lauren, toca las ansiedades comunes, comenzando con las preguntas respecto a lo que los humanos pueden ofrecer que las máquinas no, y el control que todos tenemos sobre nuestro futuro e incluso quiénes somos.
«Al permitir la entrada de estos dispositivos, subcontratamos la formación de nuestra identidad a un asistente virtual cuyos valores están programados por un grupo pequeño y homogéneo de desarrolladores», escribió McCarthy.
La Cuarta Revolución Industrial ha introducido nuevas tecnologías que están cambiando dónde y cuántos de nosotros trabajamos, qué compramos y cómo lo compramos, qué aprendemos y qué delegamos a nuestros dispositivos, y cómo nos conectamos entre nosotros.
Incluso para las personas con conocimientos tecnológicos es fácil sentir que estamos indefensos ante estos cambios tan disruptivos. ¿Qué puede hacer una sola persona? ¿Qué poder tiene alguien en medio de tantos cambios sociales y económicos masivos? ¿Qué está bajo nuestro control y cómo nos adaptamos a lo que está fuera de nuestras manos?
El simple hecho de hacernos esas preguntas es un buen comienzo para controlar la tecnología, en lugar de dejar que nos controle. Buscar comprender los cambios en curso nos ayuda a sentir que estamos haciendo algo, en vez de enfrentarnos a una incertidumbre total. Evaluar cómo usamos la tecnología en el trabajo, el hogar y la comunidad nos ayuda a identificar dónde vamos bien y dónde debemos hacer más. Eso, a su vez, nos da el material para crear una hoja de ruta y adaptarnos mejor a los cambios que vendrán con la Cuarta Revolución Industrial.
Abraza el futuro del trabajo
Todas esas historias de los robots que vienen a tomar nuestros trabajos reflejan la ansiedad pública sobre cómo la automatización y la inteligencia artificial afectarán el empleo.
En el lado positivo, las nuevas plataformas han facilitado que los trabajadores independientes se conecten con los clientes, diversifiquen sus fuentes de ingresos y mantengan una mayor cantidad de los ingresos que generan en lugar de compartirlos con una corporación, con gastos generales y accionistas que pagar.
Al mismo tiempo, muchos estudios sugieren que la tecnología afectará a la mayoría de la fuerza laboral. Según una encuesta reciente, más de la mitad de los trabajadores estadounidenses no creen que el tipo de trabajo que hacen exista en 20 años. Y más freelancers piensan que la inteligencia artificial ya ha afectado su trabajo.
McKinsey concluye que las tareas que son menos susceptibles a la automatización incluyen el liderazgo, la toma de decisiones, la planificación y las tareas creativas. Las interacciones y el trabajo físico impredecible son un poco más vulnerables. La recolección y el procesamiento de datos son altamente susceptibles, pues los robots son más propensos a asumir tareas predecibles.
Teniendo en cuenta estos cambios, evalúa tus propias habilidades. ¿Cuáles te distinguen y cuáles necesitas mejorar? Concéntrate en las actividades en las que los humanos se destacan y las máquinas no, como la creatividad, el trabajo en equipo, la innovación, el juicio y la empatía; y los campos que tienen menos probabilidades de ser destruidos por las nuevas tecnologías.
¿Cómo evaluarían sus compañeros, amigos y familiares tus habilidades personales? Pregúntales y mejora tus puntos débiles. Toma un curso, busca un entrenador o un grupo de responsabilidad, y consulta con las personas que te rodean para ver si notan cambios.
Si tu trabajo se encuentra entre los más vulnerables, ¿cómo podrías agregar habilidades que caen en una categoría más segura? ¿Dónde pueden las nuevas tecnologías ayudarte a aprender nuevas habilidades y aplicarlas por mucho menos de lo que hubiera costado en el pasado? ¿Qué habilidades estás ayudando a los niños a tu alrededor a nutrir?
Revisa tu relación con la tecnología
Junto con tu evaluación respecto a tu trabajo y tus relaciones personales, realiza una auditoría tecnológica. Familiarízate con las tecnologías que pueden ayudarte fuera de la oficina. Pregunta qué es lo más útil para ti y haz que la tecnología trabaje para ti, no al revés. ¿Qué tareas aburridas puedes delegar a las herramientas tecnológicas y qué cosas necesitan el toque humano?
¿Qué tecnologías utilizas ya? Piensa en cómo usas cada tecnología y cuánto te beneficia. ¿Cambias tu comportamiento basándote en las lecturas de tu rastreador de muñeca, o lo ignoras? ¿Es saludable la cantidad de tiempo que pasas en las redes sociales o en los juegos? ¿Te deja sintiéndote mejor contigo mismo? ¿Has tomado decisiones informadas sobre la privacidad y ajustado la configuración de forma adecuada?
Utiliza una buena higiene tecnológica. Tómate vacaciones de sus dispositivos en lugar de dejar que tu teléfono inteligente sea tu único enlace con el mundo. Establece límites para las interacciones; No toleres a los bullies o trolls en línea. Ajusta tu configuración de privacidad. Combate los efectos físicos negativos de la tecnología, como encorvarte sobre tu teléfono o problemas para dormir por dejar tu dispositivo demasiado cerca.
Crea un mapa de ruta
Las visiones utópicas o distópicas de la Cuarta Revolución Industrial son inevitables, sin embargo, el futuro depende de cómo cada uno de nosotros responda.
Los controles regulares en casa y en el trabajo te ayudarán a trazar un camino hacia adelante que te brinde más control y reduzca la ansiedad.
Si se usa correctamente, la tecnología puede empoderar a las personas al darles acceso a la información y los mercados, al aumentar la transparencia y la conectividad, creando nuevas plataformas y modelos de negocio, y dándonos más control sobre nuestro medio ambiente y salud.
Asegurarnos de que eso suceda es algo que no podemos automatizar.
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*Fuente: World Economic Forum.