Cinco datos respecto al futuro del trabajo desde Davos 2019

En los 10 años siguientes al lanzamiento del Consorcio para el Futuro del Trabajo, el tema se ha hecho cada vez más importante en la agenda de Davos, la reunión anual del Foro Económico Mundial. Durante ese tiempo, hemos obtenido mayor claridad sobre algunos aspectos del futuro del trabajo, nos hemos vuelto más optimistas con respecto a otros y, sin duda, nos hemos vuelto más conscientes de la importancia de las crecientes amenazas.

A continuación, veremos cinco ideas clave sobre el futuro del trabajo que surgieron de Davos 2019, que surgieron de la Iniciativa del Sistema del Foro Económico Mundial sobre la configuración del futuro de la educación, el género y el trabajo, así como de reuniones del consejo, otras presentaciones y paneles sobre este tema.

Estamos en medio de una gran transición

Apenas estamos empezando a darnos cuenta de la magnitud de la transición que se está produciendo en este momento. En pocas palabras, la mayoría de las personas de todo el mundo tendrán que mejorar sus habilidades y volver a capacitarse. Como dijo una persona: «podría ser una transición fea».

En una encuesta reciente en Asia, más del 40% afirmó preocuparse por el impacto de la tecnología en sus trabajos. La gente habló de la necesidad de acortar los caminos hacia nuevas habilidades y de que los líderes creen una narrativa positiva para los trabajadores. Pero debajo de este sentimiento había un miedo real a la complacencia, y la sensación de que es difícil crear el sentido de urgencia que se requerirá para hacer una transformación tan colosal.

Es de vital importancia que creemos una mejora rápida en las habilidades

No hay duda de que las habilidades son la moneda del mercado laboral. Sin embargo, en este momento, como lo señaló un economista laboral, existen desajustes en las necesidades y capacidades, como se muestra en una reciente encuesta que informó que muchos CEOs estaban preocupados por la falta de habilidades disponibles. En un panel sobre educación, las personas señalaron una desconexión entre lo que quieren las empresas y lo que la educación está creando, en parte debido a la falta de comprensión y diálogo entre estas dos.

Existe un amplio acuerdo en que necesitamos un impulso masivo para preparar a las personas para nuevos trabajos y habilidades, pero en este momento, nadie está haciendo lo suficiente para preparar a la gente para la demanda del futuro. Como un economista ganador de un Premio Nobel comentó: “ahora, ir a la escuela no significa que aprenderás; aprender no significa que tendrás las habilidades para el mercado laboral; y tener las habilidades no significa que tendrás un trabajo, es una ruta más compleja».

Tenemos que abordar la brecha de género en los trabajos tecnológicos

Existe un sentimiento general de frustración de que la brecha de género se ha mantenido de forma tan obstinada. Por ejemplo, solo el 23% de los participantes de Davos este año fueron mujeres. Gran parte de la conversación sobre género se centra en la tecnología, muchos trabajos nuevos se encuentran en el análisis de datos, donde las mujeres están subrepresentadas. Un líder tecnológico señaló que esto podría empeorar: «en este momento, el 20% de las mujeres en carreras tecnológicas están considerando abandonarlas». Y esta falta de diversidad se refleja en la forma en que se desarrolla la industria.

Es crucial para las mujeres avanzar y mantenerse altamente representadas en las carreras STEM. Como dijo un participante, “las mujeres son un potencial subutilizado. La tecnología favorece las credenciales, y más mujeres necesitan creer que estas son credenciales en las que están preparadas para invertir».

El trabajo flexible se está convirtiendo en la norma

Hay una variedad cada vez mayor de trabajadores en la fuerza laboral, y todos quieren flexibilidad. Las condiciones de trabajo, por supuesto, difieren en todo el mundo. En algunos países como Australia, el trabajo flexible está disponible para muchos; mientras que en otros, como Japón, la cultura corporativa castiga la flexibilidad. Como dijo un empresario tecnológico, «quiero el control de mi calendario», y eso se está convirtiendo de forma rápida en la norma a medida que la tecnología sustenta la movilidad y la colaboración. Otro comentó que una vez que hayas tenido flexibilidad, «es difícil volver atrás».

La esperanza está en la educación inclusiva

En los paneles y grupos de Davos, una de las preguntas inevitables fue sobre qué tema se es más optimista. Muchos respondieron serlo respecto a la educación, sin embargo, señalaron que tiene que ser inclusiva.

Por ejemplo, hay una serie de increíbles iniciativas en India y África para llevar el aprendizaje a todos. Pero hay desafíos. Gran parte del África subsahariana, hogar de algunas de las personas más pobres del mundo, tiene muy poca conectividad a Internet. Las credenciales de educación siguen siendo un desafío en estas áreas, donde los establecimientos de marca a menudo son favorecidos. Si bien la educación basada en la tecnología podría aumentar las redes y vías de aprendizaje, hubo un sentimiento general de que aún no se ha cumplido este objetivo.

La educación es un propulsor potencial para el avance, pero se dice que la movilidad social en realidad está disminuyendo, ya que las élites «atesoran oportunidades», es decir, las acumulan para sus propios hijos. Un académico comentó al respecto que “la educación está creando un imperio en la parte posterior de la acreditación, y debemos alejarnos de esto. Necesitamos métodos que entreguen no credenciales, sino habilidades ”.

En general, las conversaciones y las ideas se han alejado mucho de los titulares de «los robots tomarán nuestros trabajos» de hace unos años. Hay una creciente conciencia de que todos tenemos que actuar ahora.

Y bien, ¿a quiénes nos referimos con todos? Esto incluye a muchos de los que estaban en Davos, como ministros del gobierno, que deben prepararse para brindar apoyo económico a las personas en transición; educadores, que deben dejar de concentrarse en las credenciales y, en cambio, ayudar a las personas a prepararse para una vida de aprendizaje continuo; líderes corporativos, que deben revertir la tendencia actual de gastar cada vez menos en capacitación y desarrollo; y la sociedad civil, que debe trabajar con las comunidades para llevar la promesa de la educación a todos.

El futuro del trabajo es uno de los asuntos que estará en la mente de todos durante los próximos años. Solo el tiempo dirá si la angustia se convertirá en acción.

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Fuente: MIT Sloan.