De qué manera las tecnologías cognitivas están definiendo el futuro de la fabricación

A medida que las fábricas y los equipos se hacen cada vez más inteligentes con la ayuda de tecnologías emergentes como la inteligencia artificial e IoT, la Industria 4.0 ahora tiene el potencial de convertirse en un fenómeno mundial.

Para tomar la primera ventaja, China y Japón han acuñado sus propias iniciativas, tituladas apropiadamente como Made in China 2025 y la Iniciativa para la Cadena de Valor Industrial, haciendo énfasis en aprovechar los datos y la automatización para obtener ganancias comerciales.

Mientras los volúmenes de datos industriales se hacen más grandes, la computación convencional dará paso a nuevas tecnologías para encargarse de estos grandes flujos de datos y de la complejidad de su análisis y, de este modo, pavimentar el camino para la fabricación cognitiva, también conocida como la Internet Industrial de las Cosas, la digitalización de las fábricas o la revolución de la Industria 4.0.

Hay una buena razón por la que los proyectos de Industria 4.0 se están dando a lo largo de cualquier industria alrededor del mundo. De acuerdo con McKinsey, optimizar las operaciones y los equipos dentro de las fábricas tiene el potencial de generar más de 3.7 trillones de dólares de valor para 2025.

Dando paso a la fabricación cognitiva

La fabricación cognitiva utiliza los datos residentes en los equipos, sistemas y procesos para derivar a información útil a lo largo de toda la cadena de valor a través de diferentes procesos, desde el diseño del producto y su elaboración hasta las actividades de apoyo.

Construida sobre las bases de la IoT y empleando análisis combinado con herramientas tecnológicas, la fabricación cognitiva impulsa mejoras clave en la productividad en términos de confiabilidad, calidad y eficiencia.

¿Cómo la fabricación cognitiva transforma el entorno de fabricación?

Como primera medida, la fabricación cognitiva hace posible un uso más racional de activos y equipos desplegando análisis inteligente, sensores conectados y capacidades cognitivas con el objetivo de comunicar, detectar y diagnosticar inconvenientes para reducir el tiempo de inactividad innecesario y optimizar los niveles de rendimiento en la planta.

En segundo lugar, la fabricación cognitiva da paso a procesos cognitivos y una mayor eficiencia operativa mediante el análisis de información variada que proviene del entorno, procesos, flujos de trabajo y diversos contextos para impulsar la calidad y de este modo mejorar la operación y mejorar la toma de decisiones.

Por último, la fabricación cognitiva permite recursos más inteligentes y su optimización al combinar los datos proporcionados por diferentes fuentes, como usos, personas y parámetros de ubicación que despliegan conocimientos para mejorar y optimizar los activos.

Las tecnologías que están impulsando la fabricación cognitiva

La fabricación cognitiva está siendo impulsada por tecnologías como la Internet de las Cosas y la analítica, lo cual veremos a continuación con más detenimiento.

Internet de las Cosas

Con el crecimiento y la adopción de la Internet de las Cosas, o IoT, las industrias se están volviendo cada vez más interconectadas y ganando una ventaja masiva a través de sus fuentes de datos. La IoT proporciona una oportunidad para que las empresas aprovechen los datos provenientes de la industria, como las condiciones del equipo, la calidad, las métricas de rendimiento y la condición de los activos.

Analítica

Los datos y la analítica están cambiando la forma en que la mente humana trabaja con las máquinas, sus procesos y operaciones. El análisis puede identificar patrones en los datos de fabricación, modelos de comportamiento de los equipos industriales y predecir fallas basado en variables imperativas en la configuración de la fabricación.

¿Cuáles son las ventajas de la fabricación cognitiva?

Los fabricantes pueden utilizar las tecnologías cognitivas para hacer frente a desafíos empresariales comunes, incluyendo encontrar nuevo valor en sus datos de fabricación, mejorar la calidad de sus productos y facilitar la gestión del conocimiento.

La fabricación cognitiva puede ser algo muy provechoso para las organizaciones, ya que les ayuda a mejorar sus métricas empresariales fundamentales, como la confiabilidad de los productos, la seguridad, la calidad y la productividad; así como a reducir el tiempo de inactividad no planificado y disminuir los costos al mismo tiempo.

Un motor cognitivo puede analizar los síntomas de descomposición en una máquina, lo que puede ayudar a reducir los gastos de inactividad. Por otra parte, la fabricación cognitiva ayuda a crear nuevo valor a partir de los datos de fabricación al analizar los procesos y el entorno empresarial para extraer información que sea relevante para el fabricante. Los negocios están cada vez más desplegando técnicas de fabricación cognitiva para mejorar el rendimiento de sus operaciones en planta, lo que les ayuda además a reducir costos.

La fabricación cognitiva también ayuda a construir los productos de mejor calidad, permitiendo a las empresas poner un enfoque minucioso en este aspecto a lo largo del ciclo de vida del desarrollo del producto, desde su diseño y distribución hasta las actividades logísticas.

Por último, la fabricación cognitiva inteligente contribuye a mejorar la gestión del conocimiento al aprovechar los datos proporcionados desde diversas fuentes como monitores, registros biométricos de empleados o manuales.

A medida que el ritmo del avance tecnológico sigue aumentando, la fabricación cognitiva es una tendencia que hoy en día redefine las actividades comunes que la tecnología no pudo comprender hasta hace 10 o 15 años.

Las industrias de todo el mundo se están dando cuenta de esta tendencia y están adoptando la fabricación cognitiva para aprovechar al máximo sus datos, en un intento por aumentar sus ingresos y asegurar la máxima satisfacción de sus clientes.

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Fuente: Analytics Insight.