Muchos estarán propensos a perder sus empleos por causa de la automatización

Los robots no van a reemplazar a todos, pero una cuarta parte de los empleos en los Estados Unidos se verán gravemente afectados por la inteligencia artificial que acelera la automatización del trabajo existente, según un nuevo informe de Brookings Institution.

El reporte dice que aproximadamente 36 millones de estadounidenses tienen trabajos con «alta exposición» a la automatización, lo que significa que al menos el 70% de sus tareas podrían ser realizadas por máquinas que utilizan la tecnología actual. Entre los más propensos a verse afectados se encuentran cocineros, camareros, conductores de camiones de corta distancia; y oficinistas.

«Esta población necesitará mejorar sus habilidades, volver a capacitarse o cambiar de trabajo rápidamente», dijo Mark Muro, miembro principal de Brookings y autor principal del informe.

Muro dijo que el cronograma para los cambios podría ser «de unos pocos años o dos décadas». Pero es probable que la automatización suceda de forma más rápida durante la próxima recesión económica. En estos periodos, las empresas suelen estar ansiosas por implementar tecnología para reducir costos despidiendo a los trabajadores.

Algunos estudios económicos han encontrado transiciones similares hacia la automatización de la producción en la primera parte de las recesiones anteriores. Pero con los nuevos avances en inteligencia artificial, no solo los robots industriales y de almacén alterarán la fuerza laboral estadounidense. Los quioscos de autoservicio y los conserjes automatizados en hoteles harán su parte.

La mayoría de los trabajos cambiarán un poco a medida que las máquinas se encarguen de las tareas rutinarias, pero la mayoría de los trabajadores de los Estados Unidos podrán adaptarse a ese cambio sin ser desplazados.

De acuerdo con el informe del grupo de expertos en Washington, los cambios serán más duros en las ciudades más pequeñas. También afectarán de manera desproporcionada a los trabajadores más jóvenes que hacen parte de servicios de alimentos y otras industrias con mayor riesgo de automatización. Por ejemplo, algunas cadenas de restaurantes ya se han cambiado a máquinas de auto-pedido, y un puñado ha experimentado con cocinas asistidas por robot.

Este año, Google está probando el uso de su asistente de voz digital en los vestíbulos de los hoteles para interpretar de forma instantánea las conversaciones en unas pocas docenas de idiomas. Los vehículos autónomos podrían reemplazar a los conductores de reparto de corta distancia. Algunos almacenes minoristas se están preparando para abrir tiendas sin cajeros con sensores en la tienda o cámaras con tecnología de reconocimiento facial.

«Los restaurantes podrán llevarse bien con una fuerza laboral reducida de forma significativa», dijo Muro. «En la industria hotelera, en lugar de cinco personas que trabajan en un escritorio para saludar a la gente, habrá uno y la gente se servirá a sí misma».

Muchos economistas encuentran que la automatización tiene un efecto positivo general en el mercado laboral, dijo Matías Cortés, profesor asistente en la Universidad de York en Toronto que no participó en el informe Brookings. Puede generar un crecimiento económico, reducir los precios y aumentar la demanda, a la vez que crea nuevos empleos que compensan los que desaparecen.

Pero Cortés dijo que no hay duda de que hay «claros ganadores y perdedores». En el pasado reciente, los más afectados fueron los hombres con bajos niveles de educación que hacían parte de la fuerza laboral de sectores como la fabricación, y las mujeres con niveles intermedios de educación en cargos administrativos.

En el futuro, el número de trabajadores afectados por la automatización podría crecer a medida que las máquinas se vuelven más inteligentes. El informe de Brookings analizó el potencial de automatización de cada ocupación basándose en la investigación realizada por la firma de consultoría de gestión McKinsey. Los trabajos que permanecen inmunes serán en gran parte aquellos que requieren no solo educación avanzada, sino también habilidades interpersonales e inteligencia emocional.

«Estos trabajos bien remunerados requieren mucha creatividad y resolución de problemas», dijo Cortés. «Eso va a ser difícil de reemplazar para las nuevas tecnologías».

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Fuente: Market Watch.