Publicado el abril 16th, 2019 | por webmaster
0Cómo la Industria 4.0 puede mejorar la experiencia del cliente a lo largo de la cadena de suministro
El concepto de Industria 4.0 a menudo es equiparado a la idea de la fábrica inteligente. Se dice que los fabricantes pueden utilizar tecnologías inteligentes para automatizar y optimizar su operación en planta, con el fin de producir más a menor costo y con menos desperdicio.
Esta es la realidad que los fabricantes que están incorporando herramientas tecnológicas de Industria 4.0 ya están experimentando. Sin embargo, si las compañías quieren capitalizar por completo el potencial de la Cuarta Revolución Industrial han de ir más allá.
El ideal es que la prioridad principal de cualquier negocio sea el cliente. Las compañías que lideran el mercado saben cómo mantener la fidelidad de sus usuarios, y proporcionar de forma constante experiencias de marca que emocionan e inspiran a las personas.
Parte de esa experiencia proviene del producto, lo que se relaciona a la fabricación. Pero, incluso teniendo un enfoque exclusivo a la operación, hay mucho más involucrado en la experiencia de marca, como la entrega a tiempo, la respuesta a la demanda y los nuevos modelos empresariales, aspectos que hacen que la vida de los consumidores sea más sencilla.
La cadena de suministro digital: desde el diseño hasta la operación
Un aspecto esencial dentro de cualquier negocio que puede ayudar a las compañías a obtener los máximos beneficios de sus iniciativas de Industria 4.0 es la cadena de suministro digital, que se puede desplegar en el diseño, la fabricación, la gestión de activos y la logística para así tener un rol crítico en el aseguramiento de una experiencia de usuario positiva.
Sin embargo, para llegar a ese punto, las organizaciones están integrando la cadena de suministro digital a través de áreas del negocio tradicionalmente aisladas, como I+D, fabricación, planeación de la cadena de suministro, logística, servicio posventa y mantenimiento.
El objetivo es conectarlo todo digitalmente para perfeccionar la realidad operativa tanto como sea posible. A continuación veremos algunos aspectos en los que las herramientas de Industria 4.0 tienen un papel clave en la mejora de la experiencia de nuestros clientes.
Diseñar teniendo en cuenta al cliente
En la fase de diseño, las organizaciones necesitan de un nivel alto de conexión para monitorear las tendencias e innovar hacia lo que los clientes desean. Las empresas fabricantes quieren diseñar de una manera inteligente, y las herramientas tecnológicas de Industria 4.0 pueden ser de gran ayuda en este sentido gracias a sus sensores integrados que capturan datos en tiempo real una vez son empleados en un ambiente real.
Además, es importante pensar el diseño en términos del cumplimiento de la gestión del ciclo de vida del producto, lo cual requiere que su desarrollo sea integrado a la cadena de suministro desde el comienzo.
Planeación con una mayor visibilización a través de los silos
Para ser más receptivas y reducir el tiempo de ciclos de planeación, las empresas requieren conectar los silos organizacionales para tener una vista unificada de la oferta y demanda en tiempo real, lo que ayuda a balancear mejor el inventario y los niveles de servicio.
Para acelerar los ciclos de planeación y reaccionar más rápido al cambio, los encargados de estos procesos necesitan que estos rompan con los silos y que las herramientas tecnológicas hagan correr simulaciones que les lleven a una toma de decisiones más acertada.
Fabricación con flexibilidad, rapidez y eficiencia
Cuando se trata de fabricación, las capacidades de la cadena de suministro digital y una mayor conectividad pueden ayudar a que las organizaciones aumenten la visibilización de lo que sucede en la planta, identificar embotellamientos dentro de los procesos y gestionar las operaciones con una mayor agilidad.
Esto, a su vez, facilita las capacidades de fabricación inteligente, cuando las líneas de producción rígidas se transforman en células de fabricación flexibles, lo que hace posible pasar de la producción en masa a la personalización en masa.
Entrega a tiempo
La fase de entrega es un área crítica de la cadena de suministro que puede mejorar o arruinar la experiencia del cliente. Mediante herramientas de Industria 4.0, las organizaciones pueden optimizar la logística y así garantizar mejores tiempos de entrega.
Por ejemplo, los vehículos conectados pueden optimizar las rutas de entrega basándose en datos respecto al clima y el tráfico en tiempo real, rastrear los productos y monitorear condiciones como la temperatura en los congeladores.
Por su parte, la tecnología de planta de próxima generación puede hacer uso de robots y realidad aumentada para ayudar al personal, incrementar la productividad y hacer llegar más rápido los productos a los clientes.
Operar con nuevos modelos empresariales
Por último, muchas organizaciones están transformando la fase operativa con activos conectados a través de IoT que se unen directamente a la cadena de suministro digital. Esto ayuda a impulsar nuevos modelos empresariales, en los que el fabricante es dueño del activo y cobra al cliente por su uso, el tiempo de actividad o alguna otra métrica.
Con este modelo, la responsabilidad recae en el fabricante para proporcionar el mantenimiento más rentable, que ahora es posible con análisis avanzados que ayudan a las empresas a supervisar el estado de los activos, predecir problemas y responder de manera proactiva.
Hacia un “cerebro” de suministro para la fabricación inteligente
La noción de una cadena de suministro proviene de ideas recalcitrantes en cuanto a cómo la oferta se mueve de un punto al siguiente en un orden secuencial en el que cada uno está interconectado. Como tal, la metáfora de la cadena es apta. Pero, al mismo tiempo esto nos habla de algo rígido, lo que hace que el concepto no sea tan apropiado dentro de una economía en la que la flexibilidad y la alta capacidad de respuesta son fundamentales.
En lugar de ello, la cadena de suministro digital que se integra desde la fase de diseño hasta la operación, que fue descrita anteriormente, funciona más como una red, o un cerebro. La idea es que la visibilidad, la comunicación, la planeación, el análisis y la ejecución se orquestan a lo largo de de fases operativas clave basándose en los requerimientos y la información en tiempo real. De este modo, el trabajo y los datos fluyen a través de los silos funcionales, llevando a una mayor flexibilidad y consistencia operativas.
Entre los beneficios de esto podemos incluir la reducción del riesgo operativo y financiero mediante la detección temprana de incidencias y una mayor satisfacción de los clientes gracias a una resolución de problemas más rápida.
En conclusión, este modelo de cerebro de suministro es lo que empodera a las fábricas inteligentes, ya que permite el uso de tecnologías inteligentes que derivan al cambio.
Por ejemplo, la IoT puede ser empleada para impulsar el mantenimiento predictivo y prescriptivo. El aprendizaje automático puede ayudar a detectar fraude. La impresión 3D puede acercar la producción al cliente. Y la tecnología de blockchain puede utilizarse para rastrear y localizar productor de una manera transparente en la que todos coincidan.
Con estas y otras herramientas tecnológicas de Industria 4.0, las fábricas inteligentes pueden enfrentarse a los desafíos de una compleja y volátil economía digital y proporcionar el tipo de experiencia que los clientes esperan.
Publicamos nuevo contenido todos los días, no olvides seguirnos en nuestras redes sociales, Twitter, Facebook y LinkedIn para recibir nuestros artículos más recientes de primera mano.
Fuente: Forbes.