Publicado el mayo 13th, 2019 | por webmaster
0La inversión en las personas como potenciadora del crecimiento económico en la Industria 4.0
A medida que el mundo se enfrenta a los desafíos transformativos en términos de economía, sociedad y medio ambiente, derivados de la Globalización 4.0, se hace cada vez más importante invertir en las personas.
Dar un mayor valor al capital humano no solo es útil para equipar a las personas con el conocimiento y las habilidades que necesitan para responder de la mejor manera a los cambios sistémicos, también les empodera para hacer parte de la creación de un mundo más igualitario, inclusivo y sostenible.
La educación es y seguirá siendo un factor crítico en el potenciamiento del crecimiento económico y en la capacidad de proporcionar un futuro promisorio para todos por igual. Y será aún más crucial ante la llegada de la Cuarta Revolución Industrial, en la que el mercado laboral demandará mucho más de todos nosotros.
En este sentido, las reformas educativas, el aprendizaje continuo y las iniciativas de capacitación de la fuerza laboral actual y futura serán claves para garantizar tanto que las personas tengan la oportunidad de seguir siendo competitivas en el futuro del trabajo como que las empresas tengan acceso al talento humano que necesitan para los trabajos del futuro.
La Industria 4.0 causará un declive en la oferta de puestos de trabajo a medida que estos se vayan automatizando. De acuerdo con el reporte de Future of Jobs, se espera que 75 millones de empleos sean eliminados dentro de 20 sectores industriales para 2022. Sin embargo, al mismo tiempo, los avances tecnológicos y las nuevas maneras de trabajar podrían crear 133 millones de empleos, impulsados por un aumento a gran escala de nuevos productos y servicios que permitan a las personas trabajar con máquinas y algoritmos para satisfacer la demanda de los cambios demográficos y económicos.
Para que tanto los trabajadores como las empresas puedan obtener los mayores beneficios de la transformación, al menos el 54% de los empleados tendrá que capacitarse y mejorar su conjunto de habilidades para 2022. Por lo tanto, es preocupante ver que solo el 30% de trabajadores que están en peligro de ser sustituidos por herramientas tecnológicas recibieron algún tipo de entrenamiento durante el año pasado. Peor aún, quienes están en mayor riesgo son los que tienen una menor posibilidad de obtener capacitación.
Si queremos que la Cuarta Revolución Industrial impacte de una forma positiva en la manera en la que capacitamos a las personas, necesitaremos inversión. Por ejemplo, permitir que el 95% de trabajadores en riesgo hagan la transición hacia nuevos empleos a través de la capacitación podría costar más de 34 billones de dólares. Sin embargo, hoy en día el sector privado solo podría capacitar de manera rentable a alrededor del 25% de esos trabajadores, lo que sugiere la necesidad de una colaboración empresarial, educativa y gubernamental, es decir, una sinergia entre los sectores públicos y privados para reducir los costos y alcanzar la escala.
Si las empresas trabajan juntas para crear economías de escala, podrían capacitar colectivamente al 45% de los trabajadores en riesgo. Si los gobiernos se unen a este esfuerzo, podrían llegar a un 77%, mientras se benefician de los rendimientos de la inversión en forma de menores costos sociales, como la compensación por desempleo. Cuando las empresas no pueden cubrir los costos de manera rentable y los gobiernos no pueden proporcionar las soluciones por sí solos, es imperativo recurrir a asociaciones público-privadas que reduzcan los costos y proporcionen beneficios sociales concretos y soluciones viables para los trabajadores.
Además, estas medidas deben complementarse con un replanteamiento estratégico sobre cómo se regula el trabajo y qué áreas de creación de empleos podrían mejorar los beneficios sociales. Un ensayo reciente sugiere que los países deberían trabajar para aumentar la inversión pública y privada en tres áreas: capacidades de las personas, instituciones y normas relacionadas con el trabajo, y sectores preparados para el crecimiento que benefician a la sociedad.
El Foro Económico Mundial proporciona una plataforma para que estas alianzas ofrezcan nuevas habilidades a la fuerza laboral de hoy, así como el diseño de la educación para la futura. La iniciativa Closing the Skills Gap tiene como fin enfocar acciones fragmentadas dentro de una misión global para abordar el desarrollo de habilidades orientadas al futuro, mientras que al mismo tiempo apoya la colaboración constructiva público-privada en la reforma urgente y fundamental de los sistemas educativos y las políticas laborales para preparar a la fuerza laboral para el futuro del trabajo a través de programas específicos para cada país, intercambios globales y regionales de mejores prácticas y compromisos comerciales.
Estos esfuerzos han dado lugar a una red mundial de grupos de trabajo nacionales de tareas públicas y privadas en países como India, Sudáfrica, Argentina y Omán, además de varias empresas asociadas globales que se han comprometido a capacitar a 17 millones de trabajadores en todo el mundo, superando la meta de 2018 de ayudar a 10 millones de trabajadores para 2020.
A medida que transformamos la educación y los mercados laborales, también es imperativo que tengamos en cuenta los efectos específicos del cambio en varios grupos. Por ejemplo, dada la forma en que nuestros mercados laborales están segmentados actualmente, la carga del desplazamiento laboral y las tendencias de brechas de habilidades probablemente caigan de manera desproporcionada sobre las mujeres. Ocupan muchos de los empleos que probablemente serán reemplazados y están subrepresentadas en los campos con mayor probabilidad de ver un crecimiento laboral. Muestra de ello es que solo el 22% de las personas que trabajan en inteligencia artificial son mujeres.
Sin embargo, las nuevas fuentes de creación de empleos también brindan una oportunidad única para conectar la equidad de género con el futuro del trabajo. Llegar a este punto requiere medidas proactivas por parte de las empresas y los gobiernos para garantizar que las mujeres estén representadas por igual en las ocupaciones de mayor crecimiento y en las habilidades más demandadas. En este sentido, el Foro Económico Mundial ha hecho un llamado a las empresas para que identifiquen los cinco empleos de más rápido crecimiento y se comprometan a contratar en ellos a un número igual de hombres y mujeres.
Este tipo de esfuerzos, encaminados a invertir en el desarrollo del talento y el potencial de todas las personas, pueden ser el puente que necesitamos para avanzar hacia un crecimiento inclusivo y sostenible que aproveche la tecnología para crear oportunidades para todos. Invertir en las personas puede hacerlas pasar de observar la disrupción de forma pasiva a liderar activamente el cambio positivo en sus comunidades locales, regionales y globales.
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Fuente: WEF.