Publicado el julio 31st, 2019 | por webmaster
0Las habilidades tecnológicas están en demanda, pero no podemos dejar de lado las humanas
Es un hecho que hoy en día todas las empresas están tratando de dar el salto hacia la transformación digital. Las compañías están respondiendo a las nuevas demandas de muchas maneras, tratando de mantenerse al día con las expectativas de los clientes por mejores productos y servicios, así como por una mayor experiencia digital. Por lo tanto, existe la presión sobre los líderes para inyectar tecnología a sus negocios y así volverlos más inteligentes, rápidos y eficientes.
En este escenario, es normal que surja cierta preocupación por que todo este cambio lleve a que los líderes empresariales se olviden de la importancia de las habilidades humanas, como la inteligencia emocional, la comunicación, la construcción de relaciones, la escritura, la persuasión o el arte de contar historias.
Si bien las habilidades digitales son poderosas, sin el hilo conector entre seres humanos que hace funcionar a las organizaciones e incluso a la sociedad, vamos a perder muchos de los beneficios que la tecnología puede brindar a nuestras vidas profesionales y personales.
A continuación veremos las razones por las que no podemos dejar de lado el cultivar habilidades humanas dentro del mundo digital.
Las habilidades digitales no harán crecer nuestro negocio por sí solas
La mayoría de las empresas se apoyan en el asesoramiento, la integridad y el juicio para impulsar su negocio; atributos humanos, no de las máquinas. Crecemos en la medida en que somos capaces de articular el valor agregado de nuestros productos y servicios, y al poner sobre la mesa soluciones digitales innovadoras.
Sin embargo, la única manera en la que podemos hacer la diferencia es logrando que las personas y la tecnología trabajen como un equipo. Sin escritores articulados, oradores elocuentes y pensadores creativos que desarrollen material, cultiven relaciones y nos hagan destacar en el mercado, la tecnología avanzada se queda corta.
Es más, lo que por lo general nos permite conectar con nuestros clientes es la habilidad de colaborar y demostrar empatía. Nuestro poder proviene de la capacidad de las personas para formar equipos, participar y articular pensamientos audaces, comprender los desafíos y superar las zonas de confort. Y una vez que eso sucede, lo que mantiene una relación es la confianza, una conexión personal basada en la comunicación y los valores compartidos.
Las empresas necesitan que las personas sean las que resuelvan los problemas
No existen límites cuando las personas impulsan la tecnología, rompemos barreras y desatamos la transformación real. Pero también necesitamos personas ingeniosas y valientes que puedan lidiar con problemas que son más complejos y matizados que los que pueden resolverse con soluciones digitales.
Si bien las competencias digitales, como la codificación, son esenciales para la fuerza laboral del futuro, debemos equilibrarlas con aquellas que pueden permitirnos pensar de manera integral sobre los problemas, encontrar soluciones innovadoras que reflejen la experiencia y que tengan una voz para articular y lograr consenso.
Las empresas necesitan líderes efectivos y empáticos
Si bien poner las herramientas digitales al alcance de nuestro personal es esencial, esto tiene mucho más impacto si contamos con el tipo de líderes correcto. Los líderes tienen un papel crucial en la experiencia que nuestros trabajadores tienen con la compañía, así como en cultivar y retener al mejor talento.
La empatía es un rasgo crítico en el liderazgo efectivo, ya que permite que las personas puedan lograr su realización personal y profesional. Los líderes que se acercan a su personal a cargo con apertura y compasión, que además demuestran la capacidad de comprender los desafíos y oportunidades que enfrentan, tienen mayor probabilidad de dirigir equipos comprometidos y efectivos.
Los empleados que se comprometen con la visión corporativa gracias a este tipo de líderes son los que, a su vez, cultivan las relaciones que crean sinergias entre equipos y contribuyen con la cultura y la moral en el entorno laboral. Del mismo modo, se sienten más seguros al salir del molde y encontrar nuevas ideas para causar un mayor impacto en el mercado.
Las personas no quieren enterarse de las novedades a través de una pantalla
El cambio no es fácil. Las grandes transformaciones corporativas requieren de una comunicación bien pensada y coordinada con los empleados para que tengan éxito. En tiempos de incertidumbre, la gente quiere saber cómo el cambio los afectará, pero quieren escucharlo de parte de otras personas. Dicho de otra manera, aunque las máquinas pueden pasar la prueba de Turing, debemos hacer que nuestros líderes comuniquen las noticias importantes cara a cara a sus equipos, con empatía y cuidado.
Los líderes a menudo no se comunican en todos los niveles en medio de cambios importantes, y cometen el error de comunicarse solo con los niveles superiores de sus organizaciones. Cuando los empleados no escuchan ni entienden por qué estamos haciendo cambios y cómo los afectarán, ponemos en peligro el éxito de la transformación.
Las personas a menudo somos reticentes a respaldar una idea o iniciativa que realmente no entendemos o en la que no creemos. La comunicación no se trata solo de comunicar las noticias, sino de liderar a través del cambio, actuar como un modelo a seguir e inspirar a los empleados a progresar.
Necesitamos y esperamos líderes reflexivos
Cada vez más, sentimos los efectos de cómo las empresas impactan la sociedad. Ahora más que nunca, se busca que los líderes empresariales se apropien de su posición para que puedan hacerse cargo de problemas complejos e influyan a otros para que también lo hagan.
Al mismo tiempo, el sector privado está comenzando a asumir el desafío de resolver problemas sociales como parte de la forma en que realizan negocios. Esta posición elevada que están tomando las empresas requiere que los líderes operen con empatía. Sobre todo en la era de las redes sociales, la incapacidad de un líder para comunicarse de manera efectiva puede significar un riesgo reputacional para la marca que representa.
La tecnología nos brinda un sinfín de posibilidades, pero son las personas lo que debe ser la prioridad de nuestros negocios. A medida que las organizaciones continúan transformándose digitalmente, es fundamental que recordemos la importancia de la empatía y las relaciones, porque los humanos siempre estarán motivados por cómo se sienten y porque lo digital alcanza su verdadero potencial cuando las personas están comprometidas, creativas e inspiradas.
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Fuente: Forbes.