Publicado el agosto 12th, 2019 | por webmaster
0El surgimiento de la AIoT como el futuro de la Cuarta Revolución Industrial
Dos tendencias que en la actualidad están dominando la industria tecnológica son la Internet de las Cosas, o IoT, y la Inteligencia Artificial, o IA. Sin embargo, en el campo de la automatización industrial, estas tecnologías son mucho más que una moda. La sinergia entre la IA y la IoT va a redefinir el futuro de esta industria, y está destinada a liderar la Cuarta Revolución Industrial.
La IoT y la IA son dos tecnologías independientes que ya tienen un impacto significativo en múltiples verticales industriales. Mientras que la IoT es una especie de sistema nervioso digital, la IA se convierte en el cerebro que toma las decisiones que controlan el sistema en su totalidad. La combinación ganadora de las dos tecnologías nos lleva a la AIoT, o Inteligencia Artificial de las Cosas, que proporciona sistemas inteligentes y conectados capaces de corregirse y sanarse por sí solos.
Para apreciar cuán prometedora es la AIoT, debemos observar la evolución de los sistemas conectados.
Los servicios en la nube dotaron a los sistemas conectados de tres aspectos clave: conectividad, almacenamiento y computación. Con una arquitectura siempre activa, la computación en la nube permitió a múltiples dispositivos conectar entre sí fácilmente. Estos dispositivos no solo podían enviar mensajes de máquina a máquina, sino también datos telemétricos que se centralizaban en la nube. El servicio de cómputo en la nube procesaba estos grandes conjuntos de datos para obtener información valiosa a nivel industrial.
La conectividad, el almacenamiento y el cómputo se convirtieron en la base de la IoT. En un inicio, los datos fueron procesados basándose en arquitecturas de Big Data como Hadoop o Spark. La IoT y la tecnología de Big Data ayudaron a los interesados a comprender los patrones y la correlación entre varios dispositivos y sensores. El resultado se presentó en visualizaciones perspicaces y gráficos que formaban parte de los paneles de IoT.
En resumen, la primera generación de IoT basada en la nube ofrecía cinco capacidades:
Recolección: Los datos telemétricos de una gran cantidad de dispositivos y sensores se recopilan en una ubicación central.
Almacenamiento: Los datos telemétricos se almacenan en sistemas escalables.
Procesamiento: Las plataformas de Big Data se usan para procesar y analizar los conjuntos de datos telemétricos.
Análisis: La información proporcionada por los sistemas de Big Data se utiliza para presentar el análisis a través de una visualización completa.
Control: Los operarios e ingenieros de campo controlan los dispositivos según las recomendaciones de los sistemas de Big Data.
Al combinar la Inteligencia Artificial con la IoT industrial (IIoT), se añade una capacidad crucial a los sistemas conectados: Actuar.
La inteligencia artificial va más allá de las visualizaciones al actuar sobre los patrones y las correlaciones proporcionados por los datos telemétricos. Es decir, cierra el ciclo al tomar las medidas apropiadas basándose en los datos. En lugar de limitarse a presentar los hechos a los seres humanos para que puedan hacer algo al respecto, la IA toma medidas necesarias de forma automática. De este modo, se convierte en el cerebro de los sistemas conectados.
La inteligencia artificial va a potencializar de gran manera a la IIoT en dos niveles diferentes. Primero, tendrá un impacto sobre los datos telemétricos al enriquecer los sensores con inteligencia. Segundo, será utilizada para analizar la cadena de datos telemétricos internos en tiempo real al conectarse al inicio, los dispositivos, y al final, el análisis del espectro.
Por ejemplo, una cámara que sirve como un sensor de imagen enviará cada cuadro al sistema de IoT para analizar el rendimiento de ciertos objetos. Al aplicar IA al dispositivo de la cámara, esta envía el marco solo cuando se detecta un objeto específico. Esto acelera de forma significativa el proceso, al tiempo que evita que la CPU procese cada fotograma. El mismo principio puede aplicarse a la síntesis de voz y otras formas de datos. Los sensores habilitados para el uso de IA son el futuro de los sistemas de IoT. Las cámaras inteligentes alimentadas por aceleradores de IA de marcas como Intel, NVIDIA y Qualcomm pronto se convertirán en los sensores de imagen estándar.
Al aplicar modelos de aprendizaje profundo basados en redes neuronales a los datos telemétricos entrantes, los sistemas de IoT podrán encontrar anomalías en tiempo real. Cuando la red neuronal predice un error crítico, el dispositivo defectuoso puede apagarse para evitar un accidente o un evento fatal.
La diferencia clave en el funcionamiento de la IoT y la AIoT radica en que esta última permite que las compañías tengan la capacidad de dar un enfoque preactivo a los problemas, en lugar de reactivo, lo que optimiza significativamente el tiempo de respuesta frente a incidencias. Es decir, los sistemas de IoT actuales están diseñados para reaccionar ante un evento, mientras que los sistemas de AIoT pueden detectar fallas y eventos de manera anticipada. De este modo, la sinergia entre la IA y los sistemas de IoT ofrece un mantenimiento predictivo que ayudará a las organizaciones a ahorrar millones de dólares en soporte y mantenimiento de equipos.
El futuro de la automatización industrial radica en la sinergia entre la IA y la IoT. Sin lugar a dudas, la Inteligencia Artificial de las Cosas, o AIoT, tendrá un impacto en casi todos los sectores de la industria, como la automoción, la aviación, las finanzas, la atención médica, la fabricación y la gestión de las cadenas de suministro.
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Fuente: Forbes.