Publicado el octubre 24th, 2019 | por webmaster
0Cómo la Realidad Aumentada fomenta el trabajo en equipo entre humanos y máquinas
La Internet Industrial de las Cosas ha abierto un camino hacia la automatización de tareas simples y rutinarias por medio de productos inteligentes e hiperconectados. Paralelo a ello, la Realidad Aumentada está empoderando a los trabajadores y generando increíbles ganancias en cuanto a su productividad.
En el futuro del trabajo, las tareas estarán mezcladas entre las que los humanos y las máquinas realizan, trabajando juntos de una forma colaborativa. La Realidad Aumentada es la próxima generación de las interfaces entre humanos y máquinas, que cerrará la brecha de flujos de trabajo y maximizará la eficiencia de la interacción entre las personas y los sistemas tecnológicos.
La automatización sustituye a los humanos en tareas, no en su trabajo
El surgimiento de un ecosistema de tareas en el que los trabajadores humanos y las máquinas trabajan de una forma sincronizada está reemplazando esa mentalidad distópica que se tenía respecto a que la automatización sustituiría por completo a las personas. Pioneros tecnológicos como Elon Musk están citando la importancia de los trabajadores humanos y la trampa en la automatización excesiva, así como su impacto en el detrimento de la producción en Tesla.
El influjo de sistemas autónomos y robots impulsados por Inteligencia Artificial, que están realizando ahora muchas tareas manuales, es cada vez más prevalente. En este sentido, existe una notable diferencia respecto al discurso de que la automatización reemplaza a los seres humanos en sus puestos de trabajo. McKinsey estima que menos del 5% de los trabajos consisten en actividades 100% automatizables. Mientras que en el futuro, las tareas diarias de un trabajador están sujetas a un cambio significativo, su puesto de trabajo no lo está necesariamente, teniendo en cuenta que industrias como la fabricación prevén una masiva escasez de talento.
Tomemos por ejemplo a un trabajador en el proceso de ensamblaje. Es probable que, a través del aumento en la digitalización, muchas de sus tareas diarias, monótonas y basadas en la documentación en papel, se automaticen; y que algunos de los procesos que no le son favorables sean completados por una máquina. Sin embargo, tareas variables y complejas, como la verificación final de la calidad del producto, aún requieren a un humano experto en el flujo de trabajo para su aprobación.
Las interfaces entre seres humanos y máquinas fueron construidas para generaciones previas del trabajo
Las interfaces de usuario tradicionales no pueden contextualizar e interactuar de un modo efectivo con los flujos de trabajo futuros, que incluyen información física y digital. Un ejemplo de ello es el Boeing 737, incapaz de gestionar tareas e interacciones entre sistemas autónomos y humanos. Cuando había un sensor de datos defectuoso desencadenando una maniobra peligrosa, el piloto no tenía una interface que le permitiera interactuar y detener la acción.
Para acoplarse al cambio rápido en la responsabilidad por tareas dentro de flujos de trabajo como los procesos de fabricación, los robots y los seres humanos necesitarán tanto una naturaleza colaborativa, con un intercambio constante de información, tanto nuevos métodos de interacción. Una interfaz en demanda y en contexto que aproveche la capacidad humana para visualizar e instruir sobre el entorno que le rodea se requiere para gestionar la influencia de estos sistemas tecnológicos en el futuro del trabajo.
Cómo la Realidad Aumentada se convierte en la interfaz necesaria para la interacción entre seres humanos y máquinas
La Realidad Aumentada es un sistema computarizado construido para que los trabajadores que están in situ puedan monitorear, controlar y optimizar las máquinas hiperconectadas. Esta capacidad emergente es necesaria a medida que a las compañías industriales se les demanda una mayor flexibilidad y agilidad y son desafiadas por el tiempo de inactividad no planificado.
Un ejemplo de la colaboración entre seres humanos y máquinas en las fábricas es la intersección entre Realidad Aumentada y Cobots. A lo largo de la historia, los robots han sido costosos, no aptos y no seguros para que los seres humanos trabajen a su lado. La colaboración implícita en el concepto de Cobots se hace evidente al ofrecer una opción más flexible y de menor costo a los fabricantes que libera a los trabajadores para que se encarguen de tareas de mayor nivel.
La Realidad Aumentada proporciona a los trabajadores unos lentes que les permiten instruir a las máquinas sobre el ambiente y a la informática para actuar con base en comandos reales. Esto puede incluir control cinético de la máquina o programación de movimiento de un cobot u otro robot industrial. En lugar de utilizar procedimientos tradicionales para reprogramar el robot, en los que un operario tenía que dejar el área de trabajo para actualizar la configuración, la Realidad Aumentada ofrece un tablero interactivo virtual en la planta con una experiencia inmersiva en tiempo real, reduciendo costos potenciales.
La combinación entre datos extraídos del sistema robótico y Realidad Aumentada para interactuar e instruir podría crear un nuevo método de «aprendizaje por medio de la demostración», donde la tarea de un robot es dictada por un operador que usa Realidad Aumentada para atar flujos de trabajo y anclajes en espacios con restricciones ajustables basadas en datos recopilados por la IIoT. Un ejemplo de esto podría ser la programación de una máquina a través de Realidad Aumentada y su instrucción para soldar con precisión dentro de ciertas mediciones con IIoT que proporciona información en tiempo real si la máquina está desalineada o a punto de romperse.
El futuro del trabajo colaborativo está aquí
Aunque aún se encuentra en el principio de su madurez, esta futura colaboración entre seres humanos y máquinas ya se está desplegando dentro de laboratorios universitarios y divisiones de investigación de proveedores de Realidad Aumentada. Por ejemplo, el laboratorio de robótica de la Universidad de Brown está demostrando, por medio de su Holobot, el potencial de la Realidad Aumentada como interface para dictar movimientos al robot a través de comandos de gesto y voz.
Por su parte, el Laboratorio de Realidad de PTC ha desarrollado este concepto de la próxima generación de instrucción por Realidad Aumentada en su máquina alimentadora. Este editor de realidad ofrece flujos lógicos a través de una programación que permite al operario controlar el alimentador de un modo dinámico y establecer tareas teniendo en cuenta los datos generados por la IIoT.
El Laboratorio de Realidad está extendiendo esta interface a cobots móviles con su vehículo autopilotado llamado Frida. El bot aprovecha la Realidad Aumentada cinética y el mapeo espacial para programar su movimiento en espacios físicos. Estas instrucciones incluyen la planeación de ruta por puntos específicos, en los que el bot puede ejecutar una tarea asignada. El prototipo usa Realidad Aumentada para acciones y movimientos, como seguir la posición del usuario en tiempo real. En un entorno industrial, un operario puede usar Realidad Aumentada cinética para enviar a un cobot móvil de una estación a otra llevando artículos pesados, una tarea que es a menudo extenuante para los humanos.
Mantener interacciones seguras con los humanos, tanto en la tierra como en el cielo, será un componente esencial para los cobots. El Boulder’s Atlas University de la Universidad de Colorado está demostrando una programación en vuelo de un dron para comandar su ruta y garantizar que pueda operar de un modo seguro en el mismo espacio de trabajo de un ser humano mientras realiza tareas complementarias.
La Realidad Aumentada se convertirá cada vez más en la herramienta para que los trabajadores humanos in situ interactúen con la información digital desplegada por todo el escenario industrial, y puedan instruir a las máquinas para que completen tareas en torno a ello. Mientras que las capacidades de la tecnología para la guía y visualización están impulsando la creciente adopción de su uso en áreas como el diseño, las operaciones, las ventas, el marketing, el servicio al cliente y la capacitación, una frontera futura para la innovación en Realidad Aumentada será su potencial como interfaz de usuario, que cerrará la brecha en la colaboración en el trabajo entre seres humanos y máquinas.
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Fuente: Industry Week.