Publicado el febrero 11th, 2019 | por webmaster
0¿Cuál es el estado actual de la transformación digital empresarial?
La encuesta de Visión Tecnológica de Accenture en 2019, que contó con la participación de casi 7.000 ejecutivos y miembros de equipos de TI informó que el 94% de los encuestados indicó que ha acelerado su ritmo de innovación digital en los últimos tres años.
IDC estima que el monto invertido en transformación digital será de casi 2 trillones de dólares para 2022, un aumento de casi 17% con respecto a 2018. Sin embargo, en una encuesta reciente, el 62% del grupo de usuarios DSAG de SAP indicó que su progreso en sus esfuerzos de transformación digital no ha avanzado bastante.
Si bien la transformación digital aún se encuentra en una fase temprana, puede que ya se nos esté haciendo tarde para implementarla, pues si aún no nos hemos enfocado en ella como una prioridad estratégica clave, muchos de nuestros competidores ya lo están haciendo.
Por otra parte, la transformación digital no es un asunto exclusivo de grandes compañías, ya que sus desafíos y resultados empiezan a entrar en empresas de todos los tamaños. En el mercado, se ha citado a la falta de habilidades o a la capacitación insuficiente como el principal reto de la implementación, seguido de los problemas de tecnología y procesos heredados, falta de inversión y subpriorización, comunicaciones y gestión de proyectos deficientes, rechazo de empleados y falta de liderazgo o visión.
A pesar de ello, el estudio en transformación digital de Constellation Research en 2018 reporta que las actividades en este campo están arrojando resultados positivos, con un 68% de los encuestados indicando un retorno de la inversión comprobable, que se centra en un alcance efectivo de clientes, la construcción de una ventaja competitiva, la creación de nuevas fuentes de ingresos basadas en datos, un crecimiento en las ganancias, la modernización de los procesos de TI y la reducción de sus costos.
Lo que nos lleva al segundo punto. ¿En qué tecnologías deberíamos centrarnos? ¿Inteligencia artificial, Big Data, realidad aumentada, blockchain? O quizás no tendríamos que enfocarnos en ninguna de estas tecnologías en sí, ya que solo herramientas del oficio, y vendrán muchas otras. Tal vez es necesario que nuestra atención se centre en el impacto empresarial subyacente y en cómo estas herramientas tecnológicas modifican los impulsores económicos.
En el mundo empresarial siempre ha existido la innovación, así que estas son solo las herramientas más recientes con las que podemos trabajar. Comprender lo que podemos hacer con estas tecnologías emergentes es la clave del éxito a largo plazo. Su impacto raíz es lo que estará impulsando nuestras cadenas de valor.
La acción colectiva, el decrecimiento exponencial de los costos de transacción y la conectividad son fuerzas que explotan de forma única con estas herramientas. Por tanto, en lugar de distraernos con el entusiasmo creado alrededor de las tecnologías, hemos de concentrarnos en lo que estas nos permiten hacer y por qué.
Por otra parte, debemos tener en cuenta que el valor es un objetivo en movimiento. Las necesidades evolucionan, y lo que los clientes esperan como resultado de las nuevas herramientas tecnológicas es muy diferente de lo que había sido hasta ahora. La expectativa de los consumidores está reflejada en interacciones y experiencias simples, confiables y en tiempo real, donde y cuando quieran relacionarse con nuestros negocios.
Por último, cualquier cambio organizacional a gran escala es desordenado. La dinámica humana y organizativa de cada empresa hace que esto sea inevitable y la inversión que hemos hecho en el status quo es una barrera importante para el cambio. Sin embargo, el hecho de que las empresas se han encontrado en este tipo de encrucijadas antes debería darnos algo de consuelo.
El cambio en la gestión es un concepto que emerge durante una transformación digital, que evoca a veces la pesadilla que pudo haber sido la implementación del sistema de ERP en nuestros negocios. Pero no es algo complicado, es cuestión de partirlo en componentes de comunicación, educación e incentivos.
El triunfo de lo digital comienza en la cima porque se trata del éxito empresarial. Por lo que hemos de preguntarnos si nuestros consejos corporativos son fuentes de ventaja competitiva en cuanto a transformación digital. Si nuestras juntas no comprenden los riesgos de estas herramientas, incluidos los de oportunidad, debemos agregar expertos calificados en tecnología que puedan hacerlo.
En conclusión, el camino hacia la transformación digital ha comenzado para la mayoría, y será un viaje largo, lleno de peligros. Las herramientas han cambiado y nuevas fuerzas están en juego, hemos de enfocarnos en cómo impactarán nuestros negocios. La creación de valor es un concepto en evolución; estamos en la era de la experiencia. Tanto el éxito como el fracaso de la implementación de lo digital empieza en la cima.
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Fuente: Forbes.