Cuatro áreas de tecnología emergente que ayudarán a definir al mundo en 2019

2018 sin duda fue un año transformador para la innovación tecnológica. Vimos el desarrollo temprano de la computación ambiental, la teletransportación cuántica, las capas de invisibilidad, los avances de la genómica e incluso los robocops. Es cierto, no estamos volando con nuestros automóviles como lo hacían los Jetson, pero estamos cerca de hacerlo.

En 2019 continuaremos en el camino de la transformación y nos expandiremos aún más para adoptar tecnologías inmersivas de vanguardia. En ese sentido, podemos prever cuatro áreas de tecnología emergente que impactarán de forma significativa nuestras vidas en este año.

Internet de las Cosas y ciudades inteligentes

La Internet de las cosas (IoT) se refiere a la idea general de dispositivos y equipos que pueden ser legibles, reconocibles, localizables, direccionables y/o controlables a través de Internet. En estos días, si se puede encender un dispositivo, lo más probable es que se pueda conectar a la red. Debido a esto, los datos se pueden compartir de una manera muy rápida a través de una multitud de objetos, lo que aumenta la velocidad de las comunicaciones.

Cisco predice que 50 billones de dispositivos estarán conectados de manera inalámbrica a través de una red de sensores a Internet para 2020.

Por otra parte, el termino “ciudad inteligente” hace connotación a la creación de una infraestructura pública y privada que conduzca a actividades que protejan y mejoren la seguridad de los ciudadanos. El concepto integra aspectos como comunicaciones, transporte, energía, recursos hídricos, recolección de basura, tecnologías de construcción inteligente, seguridad y servicios. Son las ciudades del futuro.

IoT es el engranaje de Smart Cities que integra estos recursos, tecnologías, servicios e infraestructura. La firma de investigación Frost & Sullivan estima que el potencial del mercado global combinado de los segmentos de las ciudades inteligentes será de 1.5 billones de dólares.

Inteligencia Artificial

La inteligencia artificial, el aprendizaje automático, las interfaces hombre-computadora y las tecnologías de realidad aumentada ya no son ciencia ficción. Y estos avances tecnológicos nos están permitiendo obtener mayores conocimientos basados en datos que nunca.

El debate ético sobre la Inteligencia Artificial sobre las implicaciones amenazadoras de tecnologías futuras que pueden pensar como un ser humano y tomar sus propias decisiones es ferviente. La preocupación por la posible creación de una entidad tipo «Hal», como se muestra en la película de Stanley Kubrick 2001: Odisea del Espacio, no es exagerada.

Para aprovechar de verdad nuestra capacidad de utilizar la información recabada a partir de datos debemos asegurarnos de que nuestra forma de pensar sobre cómo utilizarlos mejor se mantiene al ritmo de su disponibilidad. Las estimaciones sugieren que entre el 80 y 90% de los datos mundiales no están estructurados y crecen a un ritmo cada vez más rápido. Incluso para comenzar a dar sentido a esta cantidad de datos, se requieren tecnologías avanzadas. La Inteligencia Artificial es el medio por el cual se procesan estos datos hoy, y ya es parte de nuestra vida cotidiana.

En 2019, las empresas y los gobiernos continuarán desarrollando tecnología que distribuye software de Inteligencia Artificial y aprendizaje automático a millones de procesadores informáticos en todo el mundo. La pregunta es, ¿a qué distancia estamos de un «Hal» con la capacidad de análisis de un ser humano?

Computación cuántica

El mundo de la informática ha sido testigo de avances disruptivos desde la invención de la calculadora electrónica en la década de 1960. Los últimos años han sido especialmente transformadores. Lo que antes se pensaba que eran fantasías de ciencia ficción ahora son realidades tecnológicas. La computación clásica se ha vuelto cada vez más rápida y capaz, y nuestros dispositivos son más pequeños y adaptables.

Estamos comenzando a evolucionar más allá de la computación clásica, hacia una nueva era de datos llamada computación cuántica. Se prevé que esta nos acelerará hacia el futuro al impactar el panorama de la inteligencia artificial y el análisis de datos. Su potencia y velocidad nos ayudarán a resolver algunos de los desafíos más grandes y complejos que enfrentamos como seres humanos.

Gartner describe la computación cuántica como: “el uso de estados cuánticos atómicos para efectuar la computación. Los datos se mantienen en qubits (bits cuánticos), que tienen la capacidad de mantener todos los estados posibles en forma simultánea. Los datos almacenados en qubits se ven afectados por los datos mantenidos en otros qubits, incluso cuando están separados físicamente. Este efecto se conoce como maraña”. En una descripción simplificada, las computadoras cuánticas usan bits o qubits cuánticos en lugar de usar bits binarios tradicionales de unos y ceros para las comunicaciones digitales.

El futurista Ray Kurzweil dijo que la humanidad podrá «expandir el alcance de su inteligencia un billón de veces» y que «el poder de la computación se duplica, en promedio, cada dos años». Los recientes avances en física, nanotecnología y ciencia de los materiales nos han traído a una realidad informática que no podríamos haber imaginado hace una década.

A medida que vamos llegando a una computadora cuántica totalmente operativa, un nuevo mundo de supercomputación impactará casi todos los aspectos de nuestras vidas. En 2019 nos estaremos acercando cada vez más.

Ciberseguridad y gestión de riesgos

Muchas corporaciones, organizaciones y agencias han continuado siendo atacadas a lo largo de 2018, a pesar de las inversiones en ciberseguridad en la seguridad de la información. Las amenazas cibernéticas se vuelven más sofisticadas y mortales con cada año que pasa. La firma Gemalto estimó que las brechas de datos comprometieron 4.5 billones de registros en la primera mitad de 2018. Y un estudio de la Universidad de Maryland encontró que los hackers ahora atacan las computadoras cada 39 segundos.

En 2019 enfrentaremos una nueva y más sofisticada gama de desafíos de ciberseguridad que representan un riesgo significativo para las personas, los lugares y las redes comerciales. Los actores de amenazas en el mundo serán terroristas, delincuentes, piratas informáticos, delincuencia organizada, individuos maliciosos y, en algunos casos, estados nacionales adversarios.

Lo físico se ha fusionado con lo digital en el ecosistema de ciberseguridad. Cuanto más digitalmente interconectados estemos en nuestra vida laboral y personal, más vulnerables seremos. Ahora todos y cualquier cosa conectada es un objetivo. La ciberseguridad es el elemento de cohesión digital que mantiene en funcionamiento a la IoT, las ciudades inteligentes y nuestro mundo de máquinas, sensores, aplicaciones y algoritmos convergentes.

Abordar la amenaza cibernética de 2019 también requiere la incorporación de una mejor y más calculada estrategia de concientización del riesgo y seguridad de la gestión por parte de los sectores público y privado. Una estrategia de gestión de riesgos de ciberseguridad para este año deberá ser integral, adaptable y elevada a la C-Suite.

Acabamos de mencionar algunas de las implicaciones de cuatro áreas de tecnología emergente que tendrán un impacto significativo en nuestras vidas en 2019. Esto es solo la punta del iceberg, ya que estamos en medio de un cambio de paradigma en el conocimiento científico aplicado.

Hemos entrado en un nuevo renacimiento del desarrollo tecnológico acelerado que está transformando de manera exponencial nuestra civilización. Sin embargo, con los beneficios vienen los riesgos. Con tal innovación, no podemos permitirnos perder el control. Lo imperativo para este nuevo año es la planificación y la integración sistemática. Esperemos que eso nos brinde un marco tecnológico que nos mantenga prósperos y seguros como sociedad.

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*Fuente: Forbes.