Dos enfoques distintos para transformar la manera en que fabricas

La tecnología digital ha puesto sobre la mesa nuevas maneras de transformar los negocios y las operaciones de fabricación, sin embargo, sigue generando interrogantes dentro del sector manufacturero. A menudo se escucha a los fabricantes preguntarse si la transformación digital no es lo que han venido haciendo durante las últimas tres décadas, y afirmar que ya han conectado sus empresas, procesos y cadenas de suministro mediante sistemas de ERP y MES.

De alguna forma, están en lo cierto. Podría argumentarse que el sector fabricante ha estado en un constante estado de transformación desde la Primera Revolución Industrial, con cambios que se dan de una manera más veloz con cada era. Lo diferente ahora es que se planifica que las tecnologías de Industria 4.0, como la inteligencia artificial y el aprendizaje automático, amplifiquen las capacidades humanas. Estas ofrecen información, predicciones y recomendaciones para solucionar problemas que no podrían ser resueltos con tecnología antigua. La razón por la que la era a la que estamos entrando se conoce como la Cuarta Revolución Industrial es porque presupone un rompimiento fundamental con el pasado.

Cuando se hablaba de transformación, incluso en términos digitales, durante la Tercera Revolución Industrial, la discusión versaba en cuanto a cómo usar nuevas herramientas y sistemas para acelerar y mejorar procesos o productos más de lo que se podía hacer anteriormente. Mediante el aprovechamiento de un sinnúmero de aplicaciones, los fabricantes podrían optimizar, acelerar y conectar casi cualquier área de su negocio.

Los cimientos de la Cuarta Revolución Industrial se encuentran en estos avances y en el uso de tecnología de IoT para integrar y optimizar el sistema de fabricación por completo, desde el diseño hasta la entrega del producto. Mediante el impulso de la inteligencia artificial y el aprendizaje automático, estos sistemas siempre están aprendiendo por sí solos, mejorando sus capacidades con el tiempo a través de la observación de los procesos, las acciones de los usuarios y sus efectos correspondientes. El resultado es un escenario que permite a los seres humanos responder nuevas preguntas.

Ilustraremos lo anterior utilizando el ejemplo de la resolución de problemas. En muchas instalaciones, cuando se presenta una incidencia en la planta, los ingenieros invierten su tiempo en recolectar datos a partir de diferentes máquinas y sistemas, exportarlos a hojas de cálculo de excel y zambulléndose en estas para encontrar una solución. Este proceso de recopilación y análisis de datos puede llevar días, semanas e incluso más tiempo. A continuación veremos dos maneras de transformarlo.

La manera tradicional

La primera manera, la forma tradicional de transformar este enfoque para la resolución de problemas que tanto tiempo consume es implementar un sistema que permita a los ingenieros resolver problemas que de algún modo podrían abordar por sí mismos de un modo más rápido. Por ejemplo, un sistema digital común puede automatizar la recolección de datos y reunirlos en una sola fuente a la que los ingenieros pueden tener acceso al instante. Con todos los datos disponibles, pueden realizar un análisis de causa raíz en la planta en cuestión de minutos, lo que conlleva a que puedan resolver más problemas cada día.

No debes subestimar la importancia de mejorar la calidad y velocidad de la capacidad de resolución de problemas en tu empresa. Como señaló Martin Lorentzon, cofundador de Spotify, “el valor de una compañía es la suma de los problemas que se pueden resolver”. Solucionar los inconvenientes de una forma rápida crea un valor inmediato dentro de tu organización. Al automatizar el proceso de compilación de datos, tu compañía permite a sus ingenieros ofrecer un valor agregado al encargarse de tareas de mayor valía.

La manera inteligente

Aunque el simple hecho de poder resolver los problemas de una forma más rápida es algo valioso en sí, no es revolucionario. Si quieres hacer parte de la Industria 4.0, necesitas implementar un sistema inteligente que te ayude como fabricante a resolver no solo las incidencias del día a día, sino a detectar nuevos impases que puedan surgir que de otro modo no podrías abordar.

Por ejemplo, un fabricante utiliza tecnología para analizar las variables ambientales en sus plantas. Al abordar la transformación digital del modo inteligente, las aplicaciones pueden hacer nuevas recomendaciones a los operarios respecto a cómo fabricar ciertos productos en ciertos días en particular, lo que va a mejorar la calidad de una forma dramática. Debido a la gran cantidad de datos que tendrían que ser analizados, ninguna persona sería capaz de hacer esto.

Podemos encontrar otro ejemplo de ello en la industria electrónica, donde la detección de fallos es crítica. En lugar de tener un conjunto de personas altamente entrenadas para examinar cada pieza, las compañías utilizan cámaras con visión computarizada y algoritmos de aprendizaje automático. Estas tecnologías no solo detectan errores de una forma más eficiente que un ser humano, además pueden formular hipótesis y análisis respecto a las fallas que ningún humano podría hacer. Además, con los sistemas inteligentes, las compañías pueden discernir el protocolo ideal para el mantenimiento predictivo o identificar la forma óptima de procesar material.

Con el enfoque inteligente puedes aprovechar lo mejor de los dos mundos. Las personas pueden hacer más de lo que hacen mejor, es decir, usar la intuición, dominar el conocimiento y comprender la visualización de los datos para la resolución de problemas. Por su parte, los sistemas inteligentes también hacen su trabajo, escanear rápidamente a través de miles de millones de datos para encontrar soluciones que una persona nunca podría obtener.

En conclusión, la manera tradicional de implementar una transformación digital es construir un sistema que contribuya a que las personas resuelvan problemas más rápido. Por otro lado, la manera revolucionaria es desplegar un sistema inteligentes que le ayude a los humanos a resolver incidencias que de otro modo no podrían solucionar. Es crítico que puedas distinguir claramente una manera de la otra en el momento de planificar los pasos necesarios para llevar a cabo el cambio en tu negocio.

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Fuente: Forbes.