Publicado el febrero 25th, 2019 | por webmaster
0El impacto de la Cuarta Revolución Industrial en el futuro del trabajo
La humanidad continúa embarcandose en un periodo de avance tecnológico sin precedentes. En este sentido, en los próximos 5, 10 y 20 años se presentarán tanto oportunidades como desafíos. Sectores privados, gubernamentales, académicos y empresariales están buscando establecer el mapa de ruta por el cual navegar a través de estos cambios profundos en el entorno laboral. Tal mapa debe ser creado en colaboración con todas las partes interesadas.
La Cuarta Revolución Industrial
En su núcleo, una revolución industrial se caracteriza por avances tecnológicos que la humanidad aplica para mejorar el proceso de producción. Pero en realidad, significa mucho más.
Las tres primeras revoluciones industriales trajeron al mundo el poder del agua y el vapor, la electricidad y la digitalización. Con cada una de ellas hubo cambios sociales, económicos, ambientales y políticos que alteraron el curso de la humanidad. Algunos de estos cambios pudieron preverse, otros fueron completamente imprevistos.
Hoy en día, una cuarta revolución industrial está tomando forma. La Industria 4.0, como también se le conoce, está trayendo tecnologías que desvanecen los límites entre las esferas físicas, digitales y tecnológicas en todos los sectores. Tecnologías como la inteligencia artificial, la nanotecnología, la computación cuántica, la biología sintética y la robótica van a sobrepasar de una forma drástica cualquier progreso digital que se haya hecho en los últimos 60 años y crearán realidades que creíamos eran imposibles de imaginar. Esas realidades van a disruptar el modelo empresarial de todas las industrias.
El futuro del trabajo
Uno de los efectos más inmediatos e impactantes de la evolución tecnológica es el gran avance en la automatización. Cada día, más procesos manuales se automatizan, y esto continuará acelerándose a medida que la tecnología lo haga.
Como resultado, el entorno del trabajo y la demanda laboral están cambiando muy rápido. De acuerdo con McKinsey, más de 375 millones de trabajadores podrían requerir cambiar su categoría ocupacional para 2030, y el trabajo digital podría contribuir con 2.7 billones de dólares al PIB mundial para 2025.
Frente a la escala de los imparables cambios en las demandas de la fuerza laboral, impulsados por la Cuarta Revolución Industrial, debemos abordar los desafíos asociados con esta transformación, comenzando por analizar en profundidad su impacto en el mundo del trabajo. Para este fin, debemos considerar cuatro áreas de impacto clave, que veremos a continuación.
Tecnología
Para la mayoría de industrias a nivel mundial, los avances en inteligencia artificial, robótica, impresión 3D e internet de las cosas añadirán una gran presión a las compañías para automatizar con el fin de mantenerse competitivas. Esto requerirá que las empresas tengan una comprensión sólida de la forma en que estas tecnologías impactan a sus sectores industriales y cómo pueden asegurar la agilidad organizacional para adaptarse a estos cambios.
El aumento de la competitividad global acelerará la presión sobre los costos, lo que conducirá a una reducción sustancial o la reasignación de un gran contingente de trabajadores. McKinsey estima que hasta 800 millones de personas pueden ser desplazadas por la automatización para 2030.
Economía
Hay cuatro factores de producción que impulsan el crecimiento económico: la tierra, el trabajo, el capital y la empresa. Hoy en día, el mundo está alcanzando solo el 52% de su capacidad empresarial, y este número está disminuyendo año tras año.
Las empresas grandes y establecidas tienen una ventaja significativa en el futuro del trabajo sobre las empresas más pequeñas debido a su capacidad para adaptarse a los cambios tecnológicos. Sin embargo, esta no es una receta para el éxito económico sostenible a largo plazo. El mundo debe centrarse en apoyar a los empresarios independientes, ya que las pequeñas y medianas empresas son el combustible de la mayoría de las economías del mundo actual.
Sociedad
La tecnología seguirá cambiando los valores sociales. Hoy en día, más del 36% de la fuerza laboral de los Estados Unidos son trabajadores independientes por razones como la autonomía, la flexibilidad o los ingresos adicionales. Los espacios de trabajo compartido o coworking están explotando en popularidad y, a menudo, están totalmente ocupados antes de abrir sus puertas. La tecnología ha permitido a las personas trabajar en cualquier momento y en cualquier lugar. Para 2027, más de la mitad de los trabajadores estadounidenses serán freelance.
Educación y entrenamiento
Una parte del desarrollo económico es la capacidad de una persona para acceder a la capacitación para el empleo. Los cambios que estamos discutiendo también están teniendo lugar en el espacio educativo. Los estudiantes están menos interesados en los currículos obsoletos y están más dispuestos a tomar una capacitación más corta y basada en habilidades que sea más relevante para el lugar de trabajo de hoy.
Por otra parte, los empleadores deben centrarse en las habilidades requeridas para que de la mano de sus trabajadores puedan alcanzar sus objetivos comerciales y seguir siendo competitivos y ágiles, lo que les exige garantizar a sus empleados la capacitación necesaria para llenar estos vacíos de habilidades. Los trabajadores, a su vez, requieren adquirir habilidades para adaptarse a sus roles y responsabilidades cambiantes.
Colaboración entre la industria, la academia y el gobierno
A pesar de los desafíos que enfrentamos, también tenemos una posibilidad sin precedentes de aplicar una mentalidad de abundancia para resolver los desafíos. La Cuarta Revolución Industrial nos brindará la oportunidad de aprender y enseñar nuevas habilidades, crear nuevos empleos que requieran combinaciones de habilidades únicas que no existen hoy en día, explorar talentos que no conocíamos y, al hacerlo, hacer crecer nuestros negocios y crear una nueva generación de trabajadores altamente calificados en áreas más diversas. La pregunta es, ¿cómo llegamos allí?
La colaboración entre el sector privado, la academia y el gobierno será esencial para navegar por el futuro del trabajo a medida que atravesamos estos cambios profundos. Las escuelas deben trabajar con las empresas y el sector público para desarrollar planes de estudio relevantes y adaptables, además de centrarse en las habilidades de enseñanza; los gobiernos necesitan utilizar tecnologías avanzadas para generar perspectivas en tiempo real y predictivas sobre el mercado laboral a fin de desarrollar políticas, programación y presupuestos sólidos; las empresas deben contratar por competencias sobre las credenciales y, lo que es más importante, asumir el liderazgo en el apoyo a la capacitación de las fuerzas de trabajo existentes y el aprendizaje a lo largo de toda la vida.
Preparémonos para esta próxima transición con una mentalidad de abundancia y creemos un futuro de trabajo que sea próspero para todos.
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Fuente: Forbes.