Ética y tecnología en la Cuarta Revolución Industrial: El caso de Salesforce

Vivimos tiempos sin precedentes. En todo el mundo, la desigualdad está destrozando el tejido de nuestra sociedad. Al mismo tiempo, mientras entramos en la Cuarta Revolución Industrial, la tecnología está impactando de forma fundamental todos los aspectos de nuestras vidas, con el poder de acercarnos o alejarnos.

Nos enfrentamos a un punto de inflexión, y la industria tecnológica tiene la responsabilidad urgente de ayudar a dar forma al futuro. Lo hemos visto una y otra vez en las noticias, Silicon Valley bajo escrutinio por crear plataformas agnósticas con consecuencias no deseadas. Y de igual manera, hemos visto al público responsabilizar a estas empresas.

En Salesforce, reconocen que la tecnología no es intrínsecamente buena o mala, lo que importa es lo que hacemos con ella. Y no pretenden tener todas las respuestas. De hecho, a principios de este año tuvieron que mirarse al espejo y preguntarse: ¿cuál es su responsabilidad?, ¿están cumpliendo con sus valores?, ¿su tecnología está siendo utilizada como una fuerza para el bien? Es así como comenzó su viaje hacia la expansión de su constitución de igualdad y la creación de su Oficina de Uso Ético y Humano.

Todo empieza con la escucha

El viaje de Salesforce comenzó con la escucha, primero a sus empleados. Algunos expresaron su preocupación por los posibles usos de la tecnología que, en su opinión, pudieren no estar alineados con el valor fundamental de igualdad de la compañía.

Salesforce es una empresa que se basó en cuatro valores fundamentales, confianza, innovación, crecimiento e igualdad; junto con la idea de que, como dice su co-CEO y presidente, Marc Benioff, “el negocio de los negocios es mejorar el estado de mundo». Creen que su propósito superior es construir un mundo más igualitario para todos, reconociendo que esto debe incluirse en el impacto de sus tecnologías.

Convocaron diálogos multisectoriales con líderes empresariales, académicos y líderes de la sociedad para discutir cómo podrían trabajar juntos para trazar un camino a seguir. Poco después se dispusieron a recopilar información basada en datos. La investigación de Salesforce encuestó a más de 2.000 consumidores en los Estados Unidos para comprender mejor las percepciones del rol de las compañías en la sociedad, la tecnología ética y los negocios orientados a un propósito.

Descubrieron que los consumidores tienen preocupaciones reales sobre el daño potencial que la tecnología puede causar en áreas como la privacidad, la información errónea, la vigilancia, la pérdida de empleos, el daño ambiental y el aumento de la desigualdad.

Más de la mitad afirman estar más preocupados por los problemas éticos de la tecnología que hace un año. Al mismo tiempo, la gente está buscando negocios que lideren el cambio, pues el 93% de los consumidores cree que las compañías tienen la responsabilidad de ir más allá de las ganancias e impactar positivamente en la sociedad, y una abrumadora mayoría es optimista sobre el futuro. El 81% de los consumidores cree que las tecnologías emergentes pueden hacer del mundo un lugar mejor.

Estableciendo la Oficina de Uso Ético y Humano de Salesforce

La pregunta esencial es: ¿cómo puede la industria tecnológica en su conjunto unirse para garantizar que estamos construyendo tecnologías que son una fuerza para el bien de la humanidad? En ese espíritu, Salesforce estableció su propio consejo asesor y actualizó su compromiso con los derechos humanos, desarrollando una oficina para centrarse exclusivamente en estos temas.

Más recientemente, Salesforce contrató a su primer Director de Ética y Uso Humano para liderar su iniciativa ayudando a desarrollar y utilizar sus productos de una manera ética que defiende los derechos humanos básicos de cada individuo.

Apenas comienzan su camino, y saben que hay mucho más que aprender. Están comprometidos a abordar todo con la mente de un principiante, escuchar a sus grupos de interés y vivir sus valores para garantizar que su tecnología sea una fuerza para el bien.

Estamos en un momento crítico de la historia, con una gran oportunidad para que la industria tecnológica se una para construir un mundo mejor. No podemos dar la espalda a esto, el único camino es ir hacia adelante.

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*Fuente: WEF.