Publicado el abril 23rd, 2019 | por webmaster
0La tecnología de software como impulsora de la fabricación inteligente
La industria manufacturera está viviendo un momento crucial en su crecimiento y desarrollo, dejando de lado décadas de antiguos procesos operativos y transformándose gracias a nuevas implementaciones de IoT y tecnología conectada como la robótica inteligente y los sistemas industriales.
Un informe reciente de Statista ha reportado que se espera que el mercado de la fabricación inteligente crezca a aproximadamente 480 billones de dólares para 2023. A medida que más sistemas se van conectando, las empresas fabricantes, así como sus cadenas de suministro en su totalidad, deben continuar madurando para dar a los fabricantes un conjunto de herramientas para la optimización y el aumento en la eficiencia de sus fábricas conectadas, lo que les permitirá competir en el mercado y realizar una mayor innovación.
Como centro de estos sistemas industriales conectados se encuentra la tecnología que abarca su infraestructura, sus redes y otros componentes clave. En este momento, muchas fábricas se están enfocando en la optimización de sus redes y datos para incrementar su eficiencia operativa. En este sentido, podemos encontrar tendencias como la creciente aplicación de herramientas que permiten converger a los sistemas de TI y OT.
Sin embargo, para impulsar crecimiento y cambio constantes, los fabricantes deberían considerar un enfoque basado en software, es decir, optimizar el rendimiento en planta para luego utilizar software que controle los sistemas y proporcione un mejor análisis de datos, mientras aprende a partir de estos para mejorar de forma continua. Por otra parte, el software además ayuda a cerrar las brechas de conocimiento entre el personal que trabaja en la fábrica, desde quienes trabajan en el control de calidad en planta hasta los directivos de alto nivel.
Si lo comparamos con el conectado, el proceso tradicional de fabricación es lento y de baja calidad. Esto se debe en parte al hecho de que las máquinas y las personas son análogas y están desconectadas, lo que hace que existan silos en la fábrica. Sin la ayuda de sistemas de IIoT o software, estas plantas no pueden proporcionar información a los ingenieros acerca del resultado de sus diseños antes de su fabricación.
Por otro lado, una fábrica inteligente, que implementa los sistemas antes mencionados en sus procesos, puede configurar, operar y monitorear sus sistemas de control de forma automática.
Por ejemplo, la fábrica de Tempo Automation opera en esta manera. Han creado una fábrica inteligente de tipo PCBA que ejecuta en forma de «hilo digital» conectando el compromiso con el cliente, el procesamiento de pedidos, el suministro de piezas, las operaciones de la fábrica y el envío de productos terminados, construyendo y entregando circuitos impresos de alta complejidad ensamblados en días en lugar de las semanas que los clientes están acostumbrados a esperar.
El modelo de Tempo aprovecha el software tanto en el back-end de su plataforma de fábrica conectada como en el front-end del usuario para cotizar y realizar pedidos. Este nivel de automatización e inteligencia de software les coloca en la posición única de poder crear un flujo de datos ininterrumpido, proporcionando a sus clientes valiosa retroalimentación en cuanto al diseño y la fabricación.
Además de facilitar la comunicación transparente entre diseñadores y fabricantes, una red conectada a través de IIoT y gestionada por una plataforma de software también agiliza las operaciones. Por ejemplo, una fábrica inteligente con sensores conectados puede monitorear factores como la temperatura, la humedad, el estado del equipo, el progreso del trabajo y los defectos informados. Todos estos datos pueden dar a los ingenieros una idea de cómo está operando la fábrica, que luego pueden usar para optimizar el proceso.
Si bien la robótica y otros sistemas de fábrica se ejecutan en un software diseñado para que funcionen de manera automatizada, el rol de la experiencia humana no debe descartarse en el futuro de la fabricación inteligente. Todavía hay brechas entre lo que el software puede aprender y generar en un sistema, como un brazo robótico que ensambla una parte específica. Todavía se necesita un nivel de supervisión humana, sobre todo en situaciones como el control de calidad que requieren un par de ojos secundarios y una evaluación más puntual.
En su esencia, el software cierra la brecha de comunicación entre el diseñador y el fabricante al automatizar el flujo de información desde el diseño del ingeniero a las máquinas y las personas en la fábrica conectada en un ciclo continuo de diseño, construcción y prueba.
Con el fin de garantizar el crecimiento continuo del sector manufacturero y la evolución hacia las fábricas inteligentes, los fabricantes deberían considerar la tecnología de software para darse cuenta del verdadero potencial de su visión empresarial y las mejoras que puede aportar. Solo después de la adopción masiva, comenzaremos a ver un cambio significativo en la forma en que operan y evolucionan las fábricas del futuro.
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Fuente: Manufacturing.net.