Publicado el agosto 15th, 2018 | por webmaster
0Liderazgo 4.0: Entrenamiento para la revolución
La Industria 4.0 es el concepto que está en tendencia durante este último tiempo. Es la cuarta revolución industrial y representa el futuro, donde las máquinas inteligentes son conscientes de sí mismas y los desafíos de la automatización pueden ser resueltos por la propia maquinaria.
Las industrias de fabricación e ingeniería están en la cúspide de esta revolución. Sin embargo, hemos de tener en cuenta que solo las organizaciones que la implementen de manera más ágil prosperarán, mientras que aquellas con un pie en el pasado quedarán atrás. Para tener éxito, los líderes y gerentes deben poner en práctica nuevas ideas estratégicas para explotar las oportunidades comerciales y responder a las amenazas.
Pero, ¿cuáles son las implicaciones potenciales de Industria 4.0 para aquellos que han de implementar el cambio?
La creencia en Festo es que incluso el cambio en sí mismo está transformándose. La cantidad de actividad, la frecuencia de los proyectos y el requisito de adaptarse rápidamente aumentan cada vez más. Y eso es solo en el día a día. Para ver en toda su dimensión el cambio estratégico a largo plazo requerido por la Industria 4.0, necesitamos una forma diferente de liderazgo: Liderazgo 4.0.
Leadership 4.0 analiza las capacidades y cualidades que se requerirán en las fábricas del mañana. Los líderes del futuro deberán adaptarse a cambios en cinco aspectos clave:
Competencia: reaccionar rápidamente ante organizaciones más rápidas, jóvenes y dinámicas que surgirán para desafiar a los líderes del mercado.
Jerarquía: liberar el proceso de toma de decisiones para acelerar el ritmo del cambio.
Tecnología: aprovechar los talentos de las personas para maximizar los avances tecnológicos.
Hiperconectividad: aprovechar rápidamente las oportunidades de la hiperconectividad.
Transparencia: gestionar el cambio con una comunicación abierta y sincera.
La preparación para la Industria 4.0 requiere un enfoque proactivo y flexible para gestionar el cambio. La nueva competencia, el aumento en las quejas de los clientes, la baja moral de los empleados y la poca productividad son señales de que tu organización podría estar cayendo en un cambio reactivo, lo que puede aumentar significativamente tu riesgo de fallar.
Entonces, ¿cómo puedes mitigar este riesgo?
Antes de emprender tu viaje, debes asegurarte de que tu organización, tus equipos y tu gente están listos para el cambio. Completar una evaluación de preparación para el cambio te ayudará a comprender qué tan adaptada está tu empresa para este.
El siguiente paso es mapear el viaje del cambio en tu empresa, comenzando con la configuración de su destino. Debes llevar a tus empleados en el camino y darles una visión convincente de lo que estás tratando de lograr.
Una vez que tengas tu destino en mente, puedes comenzar a trabajar hacia atrás. Haz un mapa del viaje, planea los puntos de referencia clave y observa dónde es más probable que puedas involucrar a tu gente, o podrías perder su compromiso. Vincula el objetivo empresarial general con las métricas individuales, esto te proporcionará una comprensión de cómo cada persona dentro de tu empresa contribuye al proyecto.
Una vez que estés en medio de un viaje de gestión del cambio, dependerás de tus gerentes para planear, organizar, liderar y evaluar el proyecto, el proceso y el personal a cargo. Eso sí, tenemos que decirte que esperar que tus gerentes sean competentes en todas estas áreas es una tarea difícil, sin embargo, que el cambio sea exitoso solo será posible si lo son. Es por esto que la capacitación en la gestión del cambio es fundamental, y es ahí donde los administradores son frecuentemente decepcionados por las organizaciones.
Cuando los líderes principales promueven el cambio, a menudo se conecta en cascada a través de la organización para que los gerentes y sus equipos lo implementen. Esto ejerce una enorme presión sobre los gerentes, muchos de los cuales se sienten mal equipados o sin apoyo para manejar grandes proyectos de cambio.
Los gerentes deben ser expertos en el manejo de personas y situaciones difíciles. Y sin embargo, estas habilidades a menudo fallan. En investigaciones recientes de Festo, se descubrió que más de un tercio de los gerentes sufría estrés y ansiedad debido a un conflicto con alguien a quien dirigían.
Entonces, ¿qué pueden hacer los gerentes para enfrentar los desafíos?
Da un paso atrás y analiza desapasionadamente la situación.
Rompe el ciclo. Es difícil para los gerentes entender que, por lo general, es su comportamiento y actitud lo que necesita adaptarse y cambiar primero.
Ten conversaciones valientes. Un gerente debe estar firmemente comprometido a ayudar a su empleado.
Desarrolla una cultura de entrenamiento. Si los empleados se sienten respetados, apoyados y valorados, estarán más preparados para cambiar su propio comportamiento.
Háblale al problema. Aborda el problema en lugar de criticar a la persona.
Realiza siempre un seguimiento. Es poco probable que una sola conversación tenga un efecto milagroso en el comportamiento.
El cambio a menudo se considera negativo, por lo que no es de extrañar que los líderes empresariales, gerentes y empleados vean cualquier tipo de cambio con cierto grado de inquietud. Sin embargo, hay un tremendo potencial en cualquier proyecto de cambio. El cambio nunca se produce solamente desde la cima del negocio, necesita involucrar a líderes, gerentes y todo el equipo.
Para hacer esto, debes poner en consideración la manera en la que te comunicas. Necesitas establecer un plan de comunicación que comience cuando estés mapeando tu viaje y continúe hasta el final y más allá del proyecto de cambio. Y para que la comunicación sea exitosa, necesitas comunicar algo más que hechos y cifras. Has de involucrar a la gente en por qué el cambio es necesario y estar allí para guiar a las personas a través de este. Llamamos a esto comunicar a la cabeza, el corazón y la mano.
Nos enfrentamos a la cuarta revolución industrial, que alterará la trayectoria de la fabricación y la ingeniería. Y ya hemos visto a muchas compañías fallar en los últimos 20 años porque no han podido adaptarse a los cambios en el entorno.
Impulsar el cambio a través de una empresa, de una manera que la haga ágil, cuyas personas estén dispuestas a adaptarse, es el nuevo desafío. Los gerentes son críticos a la hora de dirigir y entregar el cambio. Logrando que estos se suban al barco podremos encaminarnos hacia el éxito y estar mejor preparados para lo inesperado.
Y parece que lo inesperado es lo que sucede más a menudo.
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*Artículo basado en el original publicado por Manufacturing Global.