Pocos líderes están preparados para la llegada de nuevas tecnologías al sector industrial

«Las empresas ven cuán competitivo se está volviendo el mercado, mientras que las barreras colapsan en industrias tradicionales. Saben que todo está impulsado por la nueva tecnología, los nuevos modelos de negocios y los nuevos competidores que no vieron venir».

Este fue el pronóstico de Mohamed Kande, vicepresidente y líder consultor de PwC en los Estados Unidos, que en una reciente entrevista se centró en cómo los líderes empresariales deberían prepararse para la automatización masiva y la Cuarta Revolución Industrial. “La colisión de dos mundos, el de la tecnología y el de la industria será severo para algunos”, advierte, «los titanes de la industria desaparecerán porque no podrán hacer el cambio».

Las empresas están despertando poco a poco a la necesidad de diversificar su pensamiento, se están dando cuenta de que necesitan discutir cómo hacer frente a un cambio tan radical. Puede que esta conversación no tenga lugar pronto, ya que la Inteligencia Artificial y otras tecnologías están configuradas para automatizar la mayoría del trabajo durante los próximos 15 años, pero debemos reunir todo a tiempo para trasladar la fuerza laboral actual a una nueva generación de empleos, o nos arriesgaremos una crisis de empleo como nunca se ha visto antes.

Navegando por un nuevo mundo

Uno de los asuntos clave es que los ejecutivos no solo deben comprender cómo la tecnología innovadora puede beneficiar a su negocio, sino también cómo reaccionar ante los drásticos cambios del mercado. Kande afirma que se necesitan ejecutivos que puedan navegar por ambos mundos al mismo tiempo. ‘Esta comprensión de la tecnología y las implicaciones prácticas para las compañías puede fallar en la próxima generación de trabajadores pero ahora también falta en las compañías, y los ejecutivos deben entender primero el problema que traerá esta tecnología disruptiva y luego diversificar su pensamiento».

Llevar un nuevo rango de pensamiento al liderazgo es crucial para poder «competir y administrar el negocio de manera diferente» en un futuro altamente automatizado. Esta necesidad de cambiar nuestra forma de pensar crea un dilema para las empresas, ya que una gran proporción de trabajadores han sido capacitados y han construido sus carreras en base a las condiciones establecidas. «Incluso en la segunda revolución industrial se trató de escalar empresas contra un conjunto de reglas. Aquí tenemos que inventar un conjunto de reglas completamente nuevo».

El punto de Kande es alarmante y destaca que aunque los ejecutivos sí necesitan adaptarse a la digitalización, los que están en mayor riesgo son aquellos que han estado sujetos a «las reglas» en el nivel más fundamental. Por ejemplo, la conducción, una profesión que ahora mismo representa alrededor del 5% de la fuerza laboral de los Estados Unidos será diezmada por vehículos automatizados. «Puede que no haya otra opción que ofrecerles nuevas oportunidades, a las que tal vez no puedan adaptarse», dice Kande. Esto también se aplica a los trabajadores que se han especializado en un conjunto de habilidades para toda su carrera y que ya no podrán adquirir nuevas habilidades para mantenerse trabajando.

Nuevos empleos y una nueva forma de pensar

A pesar de ser consciente de los desafíos futuros, Kande es optimista respecto a ellos. Afirma que, mientras que las nuevas tecnologías reducirán los empleos existentes, en general, la cantidad de empleos no va a disminuir, aunque el tipo y la combinación de empleos cambiarán. Los cuatro principales empleadores en Silicon Valley de hoy ni siquiera existían hace veinte años. «A diferencia de las revoluciones industriales anteriores, o incluso del ascenso de Silicon Valley, esta vez los trabajadores tendrán que pensar de manera diferente», teniendo conciencia de cómo la tecnología generará valor como parte de los objetivos más amplios del negocio.

Con todas las tareas manuales y repetitivas atendidas por tecnologías emergentes, los seres humanos se centrarán mucho más en «actividades de alto valor y guiadas por la información», ya que «todavía se necesitarán personas en el extremo receptor» para tomar decisiones y entender la naturaleza humana y las necesidades del cliente. Pero es una prerrogativa de las empresas, no de los empleados, promover un entorno de trabajo más adaptable que nos preparará para este cambio, por lo que una nueva forma de pensar debe comenzar desde arriba.

Pensando más allá

Un área que siempre ha estado a la cabeza de la innovación, tanto en la tecnología como en las estructuras empresariales, son las startups. Pero un fuerte aumento en las fusiones y adquisiciones, como se demostró en el informe reciente de PwC, puede llevar a una situación en la que la automatización y la Industria 4.0 serán impulsadas por capitalistas de riesgo, no por empresarios que traerán la innovación empresarial a la mesa.

«Es un buen escenario», argumenta Kande, «porque el dinero y las ideas se están juntando», lo que permite que las tecnologías desarrolladas en un entorno más pequeño y ágil se amplíen de forma adecuada. «La tarea es escalar la innovación sin sofocar el valor de ella», dice Kande, una muestra de las formas de pensamiento adaptable que sin duda se necesitarán para integrar la tecnología al lugar de trabajo de la mejor manera.

El principal desafío para las grandes empresas será «pensar en lo que será el futuro, no tratar de escalar el negocio de acuerdo con las reglas de hoy», algo que será un rudo despertar para muchas industrias. Las empresas deben alentar aquellas partes de la naturaleza humana que nos hacen flexibles frente a la diversidad e integrar estos atributos en modelos de negocios nuevos y escalables.

Kande dice que estos atributos clave son la agilidad y una comprensión profunda de cómo la tecnología afecta al negocio en su conjunto. Sin embargo, las cualidades necesarias para tener éxito en el futuro podrían incluir también la sabiduría, la inteligencia emocional, la iniciativa, la responsabilidad y el desarrollo personal como un medio para lograr el mismo tipo de mentalidad necesaria para «reinventar el futuro».

¿Podemos cambiar de mentalidad a tiempo?

¿Podemos prepararnos para una nueva ola de empleos a tiempo y compensar así los que se pierdan por cuenta de la tecnología? Kande está seguro de que todos los que están a la vanguardia de este cambio son conscientes del problema, pero solo el 50% está enmarcando la conversación de la manera correcta, formando la estrategia correcta para trabajar de la manera más adecuada junto con la tecnología. Peor aún, el número de compañías que están implementando estrategias que permitirán a los empleados ser ágiles podría ser demasiado pequeño.

Del mismo modo, se necesita una escala en la que nuevos y disruptivos modelos empresariales puedan crearse. Por ejemplo, sin el alto número de dispositivos móviles que se usan hoy en día, Uber no hubiese contado con una infraestructura que le permitiese crecer gracias al bajo costo de datos y unidades de GPS en los smartphones.

Si bien se requiere de estándares para escalar, estos pueden reducir la agilidad y la innovación. Aunque las tecnologías de Industria 4.0 harán una disrupción en las empresas a una escala sin precedentes, estas pueden tener un respiro mientras se crean estándares. Pero si no cambian su forma de pensar, muchos ejecutivos pueden encontrar que los competidores más ágiles se habrán ajustado mejor a los nuevos modelos de negocio.

Sin duda la Inteligencia Artificial tocará todas las facetas de nuestra vida como ninguna otra tecnología lo ha hecho antes, pero tenemos un período limitado para cambiar nuestra forma de pensar y trabajar y lograr un equilibrio entre la innovación abierta y la estandarización, para que podamos hacer que las herramientas tecnológicas de la Industria 4.0 funcionen realmente a nuestro favor.

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Fuente: Forbes.