Industria 4.0

Publicado el abril 10th, 2019 | por webmaster

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Tres aspectos clave de la Industria 4.0 desde Hannover Messe 2019

Si has asistido a algún evento industrial durante el año pasado, existe una gran posibilidad de que hayas visto o escuchado la frase “Industria 4.0” dentro de los primeros cinco minutos. Hannover Messe, la feria industrial más grande del mundo, que tuvo lugar del pasado 1 al 5 de abril, no fue la excepción. Sin embargo, el entusiasmo y optimismo por la llegada de la Cuarta Revolución Industrial ahora está permeado por un fuerte sentido de urgencia.

Las preguntas que se hacen los líderes ya no son “¿qué podemos esperar?”, “¿cuáles tecnologías debemos aplicar?” o “¿cómo llegamos allí?”; estas han cambiado por interrogantes como “¿lo estamos entendiendo bien?” o “¿a dónde llegaremos?”.

A continuación revisaremos los aspectos clave que han surgido a partir de lo que se vio en Hannover Messe 2019 respecto a la Industria 4.0, los cuales pueden ser resumidos en tres grandes bloques.

Atrapados en la fase piloto

Es claro que muchas compañías están intentando de forma activa implementar un sinnúmero de iniciativas de fabricación digital. La encuesta de 2018 de Digital Manufacturing Global Expert muestra que dos tercios de las empresas han probado pilotos o lo están haciendo en torno a estas iniciativas, que comprenden aspectos como la conectividad, la inteligencia y la automatización.

Sin embargo, muy pocos programas han salido de la fase piloto en forma exitosa. A casi el 70% de las compañías que han iniciado soluciones piloto les está costando pasar al siguiente nivel y proporcionar un impacto sostenible a escala.

La opinión de algunos expertos, que aunque puede ser polémica también podría darnos algunas luces en cuanto a dónde radica el problema, es que las empresas están inmersas en soluciones que les resultan emocionantes, en lugar de aquellas que son las más adecuadas para sus necesidades específicas.

Es difícil distinguir cuál es la solución correcta para una empresa en particular, sobre todo en eventos como Hannover Messe, que se convierten en verdaderas junglas tecnológicas al tener más de 5.000 expositores. En cualquier lugar a donde ibas, podías encontrar una demostración o el prototipo de una solución. A pesar de que cualquiera de ellas pudiera abordar problemas operativos, crear ventaja competitiva o impulsar la línea de fondo de producción, su impacto se perdía en el espacio dada la saturación de alternativas.

Otra razón por la que encontrar la solución indicada puede causar dificultad es porque todas ellas están enfocadas solo al factor tecnológico, y eso no es suficiente. Para triunfar en el marco de la Industria 4.0 y hacerlo a escala, las compañías necesitan pasar por una triple transformación, que comprende tanto las soluciones tecnológicas como la estrategia empresarial y la cultura organizacional.

Cómo determinamos qué debemos priorizar

En muchos casos, las compañías se enfocan en las soluciones tecnológicas en primer lugar. Algunos ejecutivos admiten estar confundidos respecto a cómo navegar por la jungla tecnológica y encontrar expertos en su organización que puedan guiarlos en cuanto a qué se debe hacer y qué no. Por lo general, tienen como resultado soluciones implementadas que no proporcionan del todo la mejora esperada en la productividad, la reducción de costos, la calidad y la confiabilidad.

Para evitar esto, las empresas podrían enfocarse en el impacto. Las decisiones deberían basarse en el negocio, no en la tecnología. Los líderes han de determinar qué quieren que su organización logre y trabajar en los factores que les ayudarán a llegar ahí. Puede bastar con una solución tecnológica, como también puede involucrar un refinamiento en los procesos existentes, un cambio en la mentalidad de los líderes o una mayor capacitación del personal.

Por lo tanto, saber qué se debe priorizar es esencial. Existen algunas herramientas tecnológicas que pueden ayudar a los directivos a determinar esto. Por ejemplo, en la primera jornada de Hannover Messe, la Junta de Desarrollo Económico de Singapur lanzó la Matriz de Priorización del Índice de Preparación de la Industria Inteligente. Es una herramienta de planificación de la gestión que ayuda a los fabricantes a priorizar las áreas de enfoque y las iniciativas digitales, según la madurez de la Industria 4.0 y el desempeño financiero actual de sus instalaciones.

Al ser desarrollada a través de una colaboración entre EDB, McKinsey, SAP, Siemens y TÜV SÜD, esta matriz de priorización puede ayudar a compañías alrededor del mundo a escalar de forma sistemática y tener éxito en sus caminos hacia la transformación digital.

El papel de las personas

Más allá de todo lo anterior, el futuro que la Industria 4.0 plantea estará impulsado por el factor humano. La tecnología no puede lograr nada por sí misma. Por lo general, las soluciones avanzadas fallan no porque produzcan resultados erróneos, sino porque las personas no entienden o no confían en esos resultados. Por otro lado, la coordinación entre departamentos como TI y operaciones es crítica. El valor emerge de la combinación entre la herramienta y los seres humanos que la utilizan.

Las mejores estimaciones de hoy sugieren que alrededor del 30% de las actividades en el 60% de los empleos actuales ya se pueden automatizar, pero se espera que el proceso lleve décadas. Incluso las compañías que trabajan en sectores que son relativamente sencillos de automatizar dependerán en gran medida de su fuerza de trabajo humana hasta, al menos, mediados de siglo. Y después de eso, todavía necesitarán personas para administrar, adaptar y optimizar sus activos automatizados. A medida que sigamos digitalizando, los nuevos tipos de creación de capacidades también serán esenciales.

Las personas permanecerán en el centro del aumento de la productividad en la mayoría de las industrias en el futuro previsible. Por lo tanto, si una empresa se toma en serio su deseo de obtener los mayores beneficios de la transición hacia la Industria 4.0, debe invertir en garantizar que su personal tenga las habilidades, la mentalidad y los comportamientos adecuados para utilizar las tecnologías avanzadas de manera efectiva.

 

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Fuente: McKinsey.


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