Industria 4.0

Publicado el septiembre 25th, 2019 | por webmaster

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Cómo podemos construir una Inteligencia Artificial más Humana

El 11 de febrero de 2019, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva sobre “Mantener el liderazgo estadounidense en Inteligencia Artificial”. Ese mismo mes, una encuesta realizada por Protiviti llamada “Artificial Intelligence and Machine Learning” indicó que solo el 16% de los líderes empresariales participantes están obteniendo un valor significativo a partir de la Inteligencia Artificial avanzada dentro de sus compañías. El informe encontró además que empresas de todos los tamaños están invirtiendo en gran manera en esta tecnología, con un promedio de 36 millones de dólares durante 2018.

De esas mismas compañías encuestadas, el 10% planea aumentar su presupuesto en IA dentro de los próximos dos años. El reporte plantea además que las empresas de Asia Pacífico han adoptado la tecnología más rápido que las del resto del mundo. En 2018, el 22% de las organizaciones en esta área se encontraban en etapas avanzadas de aprendizaje automático, en comparación con un 11% en Norteamérica y un 7% en Europa.

El 4 de marzo de este año, la UNESCO ofreció una conferencia sobre la creación de principios básicos para la Inteligencia Artificial, con un énfasis en un enfoque más humanista. El objetivo fue fomentar el diálogo entre sectores públicos y privados, la comunidad tecnológica, los medios de comunicación, la academia, la sociedad civil y organizaciones internacionales y regionales para ver en qué medida a las máquinas deberíamos permitirles decidir por nosotros como sociedad, incluyendo quién imprime qué valores y prioridades en los algoritmos.

En un comunicado, Audrey Azoulay, Director General de la UNESCO, afirmó que la Inteligencia Artificial es la nueva frontera para la humanidad. “El principio guía de la IA es que no sea completamente autónoma, o reemplace a la inteligencia humana. Sin embargo, debemos asegurarnos de desarrollarla a través de un enfoque humanista”.

Por otro lado, Ajay Bhalla, presidente de Cyber & Intelligence Solutions de Mastercard, sostiene que la Inteligencia Artificial ya está causando un impacto en la mayoría de conversaciones dentro del sector industrial. “Dentro de unos pocos años, no habrá un solo sector de la economía que no haya sido tocado por la IA. Va a aumentar de una forma masiva la velocidad y el valor de las transacciones, interacciones y decisiones basándose en datos. Por lo tanto, la IA es crítica para las empresas del futuro, construir los sistemas a través de ella será esencial para mantenerse competitivas”.

Younus Al Nasser, director general adjunto de Smart Dubai y CEO de Smart Dubai Data, está de acuerdo. “La Inteligencia Artificial se ha convertido en un sector en sí mismo, y a medida que gran parte de nuestra vida diaria se va automatizando, solo podemos esperar muchos más avances y servicios impulsados ​​por ella, y esto exige establecer principios para regular y guiar al sector”.

“Dicho esto, el campo aún no es lo suficientemente maduro para diseñar leyes que lo gobiernen, por lo que hemos desarrollado un conjunto de herramientas para una Inteligencia Artificial ética, para establecer principios claros sobre el uso ético de la tecnología y prevenir un enfoque fragmentado e incoherente respecto a esto, en el que cada entidad crea sus propias reglas”, continuó Nasser.

“Esperamos ver que este conjunto de herramientas evolucione hacia un marco universal que determine los requerimientos éticos para el diseño y uso de la Inteligencia Artificial, ofreciendo soluciones informadas que ayuden a los interesados a adherirse a estos principios y, eventualmente, sirva como un plano para que los gobiernos bosquejen leyes y regulaciones pragmáticas para la IA”, concluye.

En cuanto a la confianza en la tecnología, Bhalla cree que hay mucho de qué hablar, bien sea sobre el uso de los datos de consumidor, la privacidad o la proliferación de nuevas plataformas y tecnologías en el marco de la economía colaborativa. “La industria de servicios financieros ha tendido a liderar la construcción de sistemas más seguros, a medida que el dinero de las personas es lo que está en juego”, afirmó. “Existe una creciente comprensión respecto a que la ética comprende más que la regulación y el cumplimiento, la conversación ya no es ‘estamos cumpliendo’, sino ‘estamos haciendo lo correcto’”.

“Las consideraciones éticas nos proporcionan una diferenciación competitiva, y es un principio que seguimos”, sostiene Bhalla. “Hablamos de privacidad y seguridad desde el diseño, una propuesta de valor basada en la confianza. Al revisar la IA, debemos tener en cuenta cómo la tecnología se puede usar y crear estándares que definan dónde se puede usar, cuándo y a qué puede acceder”.

De acuerdo con Rajan Sethuraman, CEO de LatentView Analytics, la ética en la Inteligencia Artificial es un concepto muy amplio, ya que es un intento por aplicar lo que a menudo son normas y pautas contextuales y culturales a teorías prácticamente infinitas. «Cuando la IA se usa para automatizar las tareas humanas repetibles más mundanas, entonces las consideraciones éticas pueden no ser tan profundas», dijo.

«Sin embargo, cuanto más entrenamos y, en última instancia, esperamos que las máquinas nos imiten como seres sociales e intenten integrar ideas humanas como el juicio, la empatía o la equidad en una ecuación algorítmica, más nos enfrentaremos a los mismos problemas éticos que acompañan las interacciones humanas».

“Los ‘derechos’ de autómatas inteligentes es un tema que hemos visto una y otra vez en películas de ciencia ficción. Y, aunque todavía no estamos al nivel de un HAL 9000, la ética es algo que debemos considerar a profundidad a medida que desarrollamos una IA más avanzada con cada vez menos previsibilidad», agregó Sethuraman.

Shekhar Vemuri, Director de Tecnología de Clairvoyant, cree que la ética en la Inteligencia Artificial debe verse como una moneda, con dos caras de igual importancia. «Cualquier persona que desarrolle tecnología de Inteligencia Artificial, debe preguntarse si tiene permiso para usar cualquier información que tenga para alimentarla. De lo contrario, todo lo que siga haciendo estará contaminado con esa violación ética inicial», afirmó.

«En el otro lado de la moneda está la transparencia. Muchas empresas solo se centran en cuán poderosa y escalable es su Inteligencia Artificial. Eso es importante, pero la IA se parece a un gobierno, y cualquier cosa a la que la gente entregue el poder, su autoridad y su capacidad para crecer debe estar controlada por la transparencia», dijo Vemuri. «¿La máquina está haciendo lo correcto? Y lo que es más importante: si el resultado no es preciso, ¿el proceso está abierto a inspección?, ¿se puede auditar el algoritmo para descubrir la falla, o es una caja negra?».

Vemuri cree que no abordar y resolver estas cuestiones de privacidad y transparencia dará como resultado una reacción violenta que se traducirá en frenos regulatorios que se aplicarán a la adopción de Inteligencia Artificial. «Es nuestra responsabilidad social y ética como profesionales en IA asegurarnos de que nuestros prejuicios humanos naturales no se repliquen en las soluciones que construimos, y si llegan a inclinar la balanza, debe haber un proceso transparente para solucionar el problema», agregó.

Sin embargo, Bhalla cree que la Inteligencia Artificial puede tener un papel valioso en la lucha contra el fraude, que tanto afecta a los consumidores. «Mastercard ha estado invirtiendo en tecnología de IA durante la última década, que está demostrando ser invaluable en la lucha contra el fraude, en particular contra el lavado de dinero», afirmó. «Setenta mil millones de transacciones al año pasan a través de nuestras plataformas de detección de fraude, y la tecnología nos ha ayudado a prevenir más de 50 mil millones de dólares en fraude en el último año».

Mastercard adquirió a la compañía especialista en Inteligencia Artificial Brighterion en 2017. Bhalla dice que esto les permitió superar los límites de lo que pueden hacer con la detección hacia la predicción.

«No hay una sola parte de nuestro negocio que no se vea impactada por la Inteligencia Artificial, y esto va desde los esquemas de lealtad y recompensas a través de la prevención del fraude y la experiencia del usuario hasta nuevos canales», dijo. «En el futuro, combinar la IA con la biometría será una forma importante de transferir el reconocimiento inteligente que usamos en el mundo físico al ámbito digital. Identificar a las personas y sus dispositivos en línea es un desafío importante que estamos abordando en la actualidad».

Sethuraman vuelve a la ética de la Inteligencia Artificial. «La ética en la IA debe tomar en cuenta cada vez más los posibles resultados y tratar de mantener a los humanos tan involucrados y en contacto con la información y el diseño como sea posible», sostiene. «Esta es la inteligencia humanista, o el potenciamiento de los humanos a través de las máquinas y viceversa, y de hecho, es probable que de ese modo se desarrolle con el tiempo la mayoría de la tecnología».

 

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Fuente: Forbes.

 


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