Industria 4.0

Publicado el mayo 27th, 2019 | por webmaster

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Debemos insertar valores humanos en la Inteligencia Artificial antes de que sea tarde

Existen dos maneras de ver el futuro. En la primera, somos prisioneros de una revolución tecnológica y ambiental sobre la que ya no tenemos ningún control. en la segunda, somos arquitectos de un futuro mejor, al insertar valores humanos en la tecnología antes de que sea más inteligente que nosotros.

“Hemos pasado por un cambio tecnológico dramático antes, pero es la primera vez que una sola generación ha vivido tantos cambios fundamentales”, sostiene Tomas Björkman, fundador de Ekskäret Foundation. “Nuestro cerebro se desarrolló en un ambiente, pero ahora estamos tratando de navegar por un nuevo mundo con ese mismo cerebro”.

Björkman cree que nuestra visión del viejo mundo, tan útil desde la iluminación, nos limita a medida que vivimos en esta era tan turbulenta, provocada por la adopción de la Internet y las nuevas tecnologías, que hacen emerger un nuevo paradigma.

Sin embargo, no podemos saber ahora mismo en qué tipo de mundo viviremos dentro de 50 años. “No podemos planificar la transición, pero podemos hacer más fácil nuestro paso por ella al desarrollar nuestras habilidades transformadoras”.

Habilidades como la apertura, la percepción y la creatividad serán más importantes, predice Björkman, así como lo que describe como ser capaces de «conectar los puntos en patrones más profundos y complejos».

¿Es demasiado tarde? Es decir, ¿tienen ya los robots las habilidades que les permitirían adueñarse de nosotros y llevarnos a una distopía de la que no tenemos control? Stephen Hawking nos alertó respecto a esto al afirmar que el desarrollo total de la inteligencia artificial podría significar el fin de la raza humana, un sentimiento del que Elon Musk ha hecho eco, quien advierte sobre el peligro de desplegar un dictador inmortal si los humanos no somos capaces de converger con la IA.

La inteligencia artificial ya está teniendo un impacto profundo en nuestras vidas y en la sociedad, afirma Flynn Coleman, autor de A Human Algorithm, How Artificial Intelligence Is Redefining Who We Are, libro próximo a ser lanzado al mercado.

“La era de la superioridad intelectual está llegando a su fin, y tenemos que hacer planes para este cambio”, sostiene. “Ahora estamos más enfocados en construir la tecnología y predecir sus resultados que en sus valores”.

Mientras que la tecnología a lo largo de la historia ha ayudado a generar transformación humana, con avances como el desarrollo de la imprenta y la primera revolución industrial, en esta ocasión el escenario puede ser diferente, ya que no tenemos el suficiente tiempo para implementar los cambios resultantes. Coleman dice que debido a que las máquinas que se diseñan ahora tienen la capacidad de reinventarse y diseñarse a sí mismas, podrían tener un mayor poder de innovar que nosotros.

En algún punto, posiblemente, perderemos la oportunidad de hacer esos cambios nosotros mismos. Es algo aterrador. Todavía no hemos diseñado las herramientas para salvarnos de lo peor de nosotros mismos, y es probable que estemos subestimando la capacidad de las máquinas para aprender.

En 2010, más personas se suicidaron de las que murieron en guerras y desastres naturales, advirtió Elsa Sze, fundadora de Agora, una startup basada en IA.

Sin embargo, hay esperanza, y proviene del aprovechamiento de la tecnología en favor del ser humano. «Imagina que entramos en la tecnología para resolver el desorden de ser humanos», preguntó Sze. “¿Qué pasaría si nuestras escuelas tratan de permitirnos conectarnos con el medio ambiente?” ¿O si pudiéramos medir nuestro rendimiento como nación en términos de productividad, en lugar del rasero del PIB?

¿Por qué no? Después de todo, como dijo Sze, «pusimos a un hombre en la luna. Nadie pensó que se podría hacer. Podemos hacer lo que nos propongamos».

 

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Fuente: Forbes.


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