Industria 4.0

Publicado el noviembre 5th, 2018 | por webmaster

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La línea de ensamblaje de Ford como parte fundamental en el despliegue de la Segunda Revolución Industrial

Los carros cambiaron la manera en que las personas vivían, trabajaban y disfrutaban su tiempo de ocio. Sin embargo, lo que muchos aún no han notado es que el proceso de fabricación de automóviles tuvo un impacto igual o mayor en la industria. La creación de la línea de ensamblaje de Henry Ford en su planta de Highland Park, introducida por primera vez el 1 de diciembre de 1913, revolucionó la industria automotriz y el concepto de la fabricación en todo el mundo, lo que tuvo una gran incidencia en el desarrollo de la Segunda Revolución Industrial.

Henry Ford no era nuevo en el negocio de la fabricación de automóviles. Construyó su primer auto, al que bautizó como Cuadriciclo, en 1896. En 1903, abrió oficialmente la Ford Motor Company, y cinco años después lanzó el primer Ford Modelo T.

Aunque el Modelo T fue el noveno modelo de automóvil que Ford creó, sería el primero en alcanzar una gran popularidad. Incluso hoy en día sigue siendo un ícono dentro de la aún existente Ford Motor Company.

Henry Ford tenía el objetivo de hacer que los automóviles fueran asequibles para las multitudes. El Modelo T era la respuesta a ese sueño, pues quería que los autos fueran a la vez fuertes y baratos. En un esfuerzo por hacer que el Modelo T fuera menos costoso, Ford minimizó sus extravagancias y opciones. Los compradores no podían siquiera escoger de qué color querían que fuera su auto, pues todos eran negros.

El costo del primer Modelo T fue fijado en 850 dólares, lo que sería aproximadamente 21.000 dólares en la moneda actual. Era económico, pero no lo suficiente para las masas, por lo que Ford necesitaba encontrar una manera de reducir el costo mucho más.

En 1910, con el objetivo de aumentar la capacidad de fabricación del Modelo T, Ford construyó una nueva planta en Highland Park, Michigan. Creó un edificio que se expandiría fácilmente a medida que se incorporaran nuevos métodos de producción.

Ford consultó con Frederick Taylor, creador de la administración científica, para examinar los modos de producción más eficientes. Ford había observado con anterioridad el concepto de la línea de ensamblaje en mataderos del medio oeste, y también se inspiró en el sistema de cintas transportadoras que era común en muchos almacenes de granos en esa región. Deseaba incorporar estas ideas en la información que Taylor sugirió para implementar un nuevo sistema en su propia fábrica.

Una de las primeras innovaciones en la producción que implementó Ford fue la instalación de guías de gravedad que facilitaron el movimiento de piezas de un área de trabajo a otra. En los próximos tres años, se incorporaron técnicas innovadoras adicionales, y el 1 de diciembre de 1913, la primera línea de ensamblaje a gran escala estaba oficialmente en funcionamiento.

La línea de ensamblaje en movimiento era ante el espectador promedio como un interminable artilugio de cadenas y eslabones que permitían a las partes del Modelo T navegar a través del proceso de ensamblaje. En total, la fabricación del automóvil podría dividirse en 84 pasos. La clave del proceso, sin embargo, era tener partes intercambiables.

A diferencia de otros autos de la época, el Modelo T tenía piezas intercambiables, lo que significaba que cada pieza producida en esa línea utilizaba exactamente las mismas válvulas, tanques de gasolina, neumáticos y demás para que pudieran ensamblarse de manera rápida y organizada. Las piezas se crearon en cantidades masivas y luego se llevaron directamente a los empleados, que fueron capacitados para trabajar en cada estación específica de ensamblaje.

El chasis del automóvil era arrastrado por la línea de 150 pies de largo por un transportador de cadena, luego 140 trabajadores le aplicaban sus partes asignadas. Otros trabajadores llevaban piezas adicionales a los ensambladores para mantenerlos abastecidos; esto redujo la cantidad de tiempo que los trabajadores pasaban fuera de sus estaciones para recuperar piezas. La línea de ensamblaje redujo significativamente el tiempo de ensamblaje por vehículo y aumentó así el margen de ganancia.

El impacto inmediato de la línea de ensamblaje fue revolucionario. El uso de piezas intercambiables permitió un flujo de trabajo continuo y más tiempo en la tarea por parte de los trabajadores. La especialización de estos resultó en menos desperdicio y en una mayor calidad del producto final.

La producción del Modelo T aumentó de forma muy significativa. El tiempo de producción para un solo automóvil se redujo de más de 12 horas a solo 93 minutos debido a la introducción de la línea de ensamblaje. La tasa de producción de Ford en 1914, de 308.162 piezas, eclipsó la cantidad de autos producidos por todos los demás fabricantes de automóviles juntos.

Estos conceptos permitieron que Ford aumentara su margen de rentabilidad y redujera el costo de sus vehículos para los consumidores. El precio del Modelo T bajó a 260 dólares en 1924, lo que sería aproximadamente 3.500 dólares hoy.

La línea de ensamblaje también alteró drásticamente la vida de los empleados de Ford. La jornada laboral se redujo de nueve a ocho horas para que el concepto de la jornada laboral de tres turnos se pudiera implementar con mayor facilidad. Aunque se redujeron las horas, los trabajadores no sufrían una reducción en su salario; en cambio, Ford casi duplicó el sueldo estándar existente en la industria y comenzó a pagar a sus trabajadores 5 dólares por día.

La apuesta de Ford dio sus frutos: sus trabajadores pronto usaron algo de sus aumentos salariales para comprar su propio Modelo T. A finales de la década, el Modelo T se había convertido en verdad en el automóvil para las masas que Ford había imaginado.

La línea de ensamblaje es el principal modo de fabricación en la industria actual. Los automóviles, alimentos, juguetes, muebles y muchos más artículos pasan por las líneas de montaje en todo el mundo antes de hacer parte de nuestras vidas.

Si bien el consumidor promedio no piensa en este hecho a menudo, esta innovación que hace más de 100 años un fabricante de automóviles en Michigan introdujo cambió la forma en que vivimos y trabajamos para siempre.

Con el paso del tiempo, la línea de ensamblaje construyó las bases para el Sistema de Producción Toyota, con sus respectivas variantes que luego derivaron a la filosofía de Lean Manufacturing como la conocemos hoy en día.


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